Junto a su colaborador de confianza -el director de operaciones para América Latina, Nagi Naoufal- el ejecutivo francés estuvo de paso por Montevideo para seguir de cerca el proyecto que la reconocida cadena de hoteles a nivel mundial tiene para el emblemático edificio de la rambla de Carrasco.

Perteneciente a la multinacional francesa Accor -una de las principales cadenas hoteleras del mundo que cuenta con 4.200 hoteles-, en 2007 la marca Sofitel realizó un cambio estratégico y pasó solamente a llevar adelante proyectos "de lujo" y hoy tiene 140.

Aunque tenía presencia en varios países de la región, Sofitel aún no había desembarcado en Uruguay y visualizó la gran oportunidad de hacerlo con un proyecto que demanda llevar a cabo una de sus especialidades: reconstruir edificios históricos y llevarlos al lujo extremo. La cadena conformó un consorcio con el grupo español Codere y ganó la licitación de la Intendencia de Montevideo. "Estamos interesados en todo lo que es histórico para remodelarlo y colocarlo en el mercado como algo único. Uruguay merece un hotel de lujo, especialmente Carrasco porque es un edificio que tiene historia", dijo Naoufal a El Empresario.
Pese a que la estructura ya está en pie, llevar adelante una remodelación de un edificio que tiene más de 80 años resulta más costoso que construir un hotel de cero.

"Este trabajo necesita mano de obra más especializada que cuesta más caro, además de decoraciones, ingenieros y arquitectos especializados que también cuestan más dinero", agregó el director de operaciones para América Latina.

A un año y medio de la fecha prevista para la apertura, la firma ya está trabajando en la preparación de personal para dar "el servicio de lujo que el hotel merece". Como parte de su estrategia, Sofitel entrena el doble de la gente que necesita y luego selecciona los mejores para atender a los exigentes turistas de hoteles como el que tendrá Montevideo.


fuente: elpais.com.uy