por Víctor D. Rodríguez
El Zoo de Durazno es uno de los grandes atractivos turísticos. Los
animales se hallan en un hábitat natural, lo que distingue a este parque
de otros homónimos. Sin embargo, faltan algunos servicios tales como de
bebidas y comidas rápidas.
Los turistas que llegan al Zoológico de Durazno "Washington Rodríguez Piquinela" se quedan maravillados por el hábitat que presenta el lugar.
Los grandes felinos, leones y tigres se distribuyen por separado en espacios de grandes dimensiones a cielo abierto en un encuadre similar a su naturaleza, con árboles, pastizales y aguadas, delimitado por cercas de seguridad con alambrados eléctricos y tejidos perimetrales de seis metros de altitud. Es de los sectores preferidos de los visitantes, señala Velásquez, uno de los cuidadores.
En idéntica condición los monos, una especie que aunque no presenta gran variedad (predominan los mandriles). Residen allí en lugares con relativo espacio y comodidad, pero marcan claramente la preferencia de los pequeños.
PASEO FAMILIAR
En estas jornadas de asueto veraniego el zoológico se ha transformado en uno de los lugares elegidos por quienes pasan por ruta 5 desde y hacia el sur del país. Por eso es frecuente ver personas y familias enteras provenientes de todo el territorio y también extranjeros, particularmente brasileños, argentinos y europeos.
"Es esta una expresión de cómo deben vivir los animales en cautiverio, aunque preferiría verlos suelos, libres", dijo un ciudadano español de visita en Uruguay.
"Ya habíamos advertido muchas mejoras desde que estuvimos la última vez, muy buenos lugares para los animales. El sector de los pájaros tiene un parecido al que está en la reserva de Trinidad", comentó una señora que con su familia llegó desde Flores a visitar el tradicional paseo.
"Me gustan los leones, los tigres y los pavos reales", dijo Sara, una niña. "Mi madre no me deja darles de comer a los animalitos", sostuvo a modo de queja, Antonella, la más chiquita de la familia. "La verdad ha progresado mucho, a los animales se los ve brillosos, y no en las jaulas de 4 por 4 (metros) que tenían antes", opinó un duraznense, que llevó a su pequeña Dalma de un año de edad a conocer los animales.
Los entrevistados destacaron la pulcritud del lugar, en particular el estado de los gabinetes higiénicos, y en contrapartida advirtieron la falta de puestos de venta de agua, refrescos y comidas al paso, y la disminución de la cantidad de animales en relación con años anteriores.
De todos modos, en el balance no hay visitante que no se retire satisfecho.
"PANCHA"
Sin duda alguna el ejemplar más fotografiado, aunque a la distancia, es la hipopótamo Pancha, un verdadero "personaje" del lugar.
Llegó hace unos diez a doce años y se adaptó sin dificultades a su nuevo hábitat, explica el funcionario de turno.
Pancha fue derivada a un enorme predio con aguadas, lindero al zoológico y se puede observar desde lejos, abordando el mirador ubicado entre el zoológico y el Parque de la Hispanidad. Pancha se roba los corazones de los visitantes.
fuente: El País Digital