Pocas cosas producen más satisfacción que recibir comentarios y
críticas sobre lo que escribimos en este espacio. Particularmente las
críticas nos enriquecen y nos hacen repensar nuestras convicciones. Se
nos ha indicado que planteamos muchos problemas y no aportamos
respuestas o las soluciones correspondientes.
Es totalmente cierto y nos lo planteamos cada vez que escribimos uno de estos editoriales. Pero lo hacemos convencidos de ello.
Por una parte, gran cantidad del material que publicamos diariamente, responde a muchos de nuestros planteos.
Aunque se refieran a Miami, Islandia o Kuala Lumpur (empezó a volar una low cost de Paris a ese destino) lo hacemos pensando en nuestros lectores, sin fronteras, pero mayoritariamente habitantes de la América Austral.
Por otra parte y en vista de escribir para la Web, no osaríamos jamás aventurar un consejo para un universo tan amplio y variado de lectores.
Partimos de la base que en todos lados hay gente que sabe más que nosotros, hay expertos consultores, clusters y conglomerados que estudian seriamente el turismo.
No queremos frente a ellos, ni a nadie, talentear ni tirar al aire ideas que a veces son fáciles de transmitir pero difíciles de implantar, pues están sujetas a muchas variables.
Nuestra experiencia y nuestro estudio del turismo, nos indican acciones que podrían ser implementadas en uno o más destinos, para las cuales, obviamente, estamos habilitados.
Si ese mensaje llega a García nos sentimos satisfechos en nuestro rol de comunicadores y provocadores.
Dar respuestas y soluciones, implican una responsabilidad que va mucho más allá de nuestra diaria tarea periodística, se denomina de otra forma, se sustancia de modo profesional y por ende, tiene su arancel.
Portal de América