AVENTURA EN MIAMI
Cuando uno viaja, es evidente que la aventura puede surgir en cualquier momento, en cualquier lugar, y casi siempre donde y cuando uno menos se lo espera. Este es el caso de mi reciente paso por Miami.
El paso por el Aeropuerto de Miami es una experiencia impactante. Kilómetros y kilómetros de pasillos, escaleras y rampas, acompañado por cientos de personas, a las que seguimos sin saber a ciencia cierta donde vamos y cuando llegaremos. Caras con gestos de angustia por la incertidumbre, ilusion por haber dejado la capsula de nuestro asiento en el avion, nunca suficientemente preparados para afrontar el gesto austero e imponente de los policias locales, hombres o mujeres de gesto fruncido. El oficial de turno nos mira como potenciales sospechosos, se asegura de verificar que hemos rellenado todos los datos en nuestro formulario de confesion, y al final nos deja seguir habiendonos perdonado la vida.
El formulario es otra cosa. Me he entretenido en coleccionar copias de los "visa waiver" en distintas épocas. Tengo el original en inglés, luego una traduccion que se titula "Negación de Visa", otro mas reciente que se titula "Exención de visa", y finalmente la version última, más exacta, con el titulo "Exención de Visado". Un titulo más orientador sería el de "CONFIESE Y FIRME".
Es siempre dificil intentar comprender otra cultura, colocarse en su lugar, mirar todo desde el prisma del otro. A menudo en ese país, vemos casos de empleados automatizados, no saben sonreir, pero si consiguen hacer su trabajo mientras contactan con sus compañeros hablando de problemas personales, familiares o conflictos que tratan sin nunguna discreción.
Todo lo que indica el manual de trabajo se cumple, por obligación, pero es raro ver a nadie que trabaje con alegría, una sonrisa en la cara, nadie que haga un paso más, ese paso tan necesario para alcanzar la satisfacción y el respeto del consumidor. Simplemente, si no está escrito, no se hace.
Un caso es la informacion al viajero. Si preguntamos en la recepción de nuestro hotel en Miami por el servicio de transporte público, normalmente nos indican que no existe, que no es fiable, que mejor tomemos un taxi. Una decisión que puede afectar gravemente a nuestra economia. Solución: le pregunté a la camarera que limpiaba mi habitación. Ella sabía los buses existentes, sus rutas, sus tarifas, etc. Total que desde el Aeropuerto de Miami, se puede tomar el bus número 7 directamente al centro de la ciudad, el "downtown". Si hay tiempo de espera entre conexiones, se puede ir al centro, hacer compras y regresar al aeropuerto sin tener que desembolsar fortuna alguna en taxis.
No hay costumbre de transporte público.
Se toma el coche hasta para cruzar la avenida.