Según el Tribunal Electoral, con el 96.33% de las mesas escrutadas, el "Sí" ganó con el 78.06% de los votos frente al 21.94% obtenido por el "No".
Sin embargo, la participación ciudadana fue baja, con apenas un 42% de votantes que acudieron a las urnas.
Lea: claves de la ampliación
Las autoridades esperaban que la participación estuviera entre el 50% y el 60%.
La jornada de votación transcurrió en calma, y el presidente Martín Torrijos -quien está a favor de la modernización del canal- dijo en el momento de sufragar que "ésta es probablemente la decisión más importante de esta generación".
Las mesas de votación se cerraron a las 16.00, hora local (21.00 GMT)
La propuesta de ampliación fue presentada formalmente por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) hace seis meses.
El proyecto consiste en la construcción de un tercer juego de esclusas que permitirá el paso de barcos más grandes -llamados Post Panamax- y de un mayor numero de embarcaciones.
El diseño de las esclusas permite la reutilización de agua, como las que existen en Bélgica y Alemania.
Según los expertos, si Panamá no opta por esta modernización, la vía interoceánica y principal recurso económico nacional quedará obsoleta.
Pero la divulgación de esta necesidad empresarial a un público que por años estuvo poco empapado de los detalles económicos y técnicos del canal ha requerido de un esfuerzo de comunicación importante, lo que a su vez ha acercado esta obra de ingeniería a los panameños.
Lejos de la política
EN GRÁFICOS
La ampliación
La Constitución nacional estipula que las decisiones de envergadura sobre el canal deben contar con la aprobación de la mayoría de ciudadanos.
El requisito legal se introdujo con el objetivo de salvaguardar la vía interoceánica de los vaivenes partidistas.
La observación de este límite y la efectiva administración del canal, en manos panameñas desde 1999, ha convertido a la vía en la principal fuente de recursos para el Estado panameño.
Sólo el año pasado el paso de barcos por el istmo generó US$600 millones, lo que equivale al 60% del presupuesto nacional de inversiones.
Los argumentos contrarios a la modernización han girado en torno a la desconfianza que generan los políticos y al riesgo del endeudamiento. Y es que, a pesar de la buena trayectoria de la ACP, en un país acostumbrado a los escándalos de corrupción, un megaproyecto valorado en US$5.250 millones genera suspicacia.
Además, aunque se planea financiar el proyecto con un aumento a los peajes de los barcos, los grupos que impulsan el No a la ampliación insisten en que el país se endeudará.
Algunos grupos sindicales han liderado esta posición, pero en vísperas de la histórica votación, dos terceras partes de las opiniones se inclinan hacia el Sí.
Incluso buena parte de la oposición política ha respaldado la construcción del tercer juego de esclusas, lo que a ojos de muchos analistas ha logrado elevar la ampliación a la categoría de un proyecto de Estado.
Lo que está en juego
En 2005, el paso de barcos generó US$600 millones.
Durante los meses de intenso debate, la ciudadanía ha comprendido que lo que está en juego no son sólo esclusas y barcos más grandes: el canal de Panamá está tan ligado a la economía del país, como lo está a su historia y conciencia como nación independiente.
La aspiración de Panamá a convertirse en una especie de Singapur de América Latina está vinculada al crecimiento de todos los servicios que se generan o se potencian gracias a la cercanía a la vía.
El crecimiento del Canal como negocio traería consigo el impulso a sectores como los puertos, la banca, la zona libre e incluso el turismo residencial.
Según las proyecciones, el proyecto de ampliación generaría US$6.750 empleos directos y más de 35.000 empleos indirectos.
Las obras empezarían a realizarse a comienzos de 2007 y se calcula que tardarán entre 5 y 7 años para completarse.
El referéndum será, pues, un termómetro de la confianza que tienen los panameños en sí mismos, medición que el mundo mirará de cerca.
Desde adentro, la preocupación se concentra en la capacidad que tendrá este gobierno y los dos próximos para administrar correctamente esta oportunidad de desarrollo nacional.