Su último vuelo fue una verdadera prueba para el aparato, que partió el sábado pasado rumbo al aeropuerto de Johanesburgo (Sudáfrica), ubicado a mil setecientos metros de altura.Desde ahí, despegó rumbo a Sydney (Australia) con 555 toneladas de peso a bordo.Pese a transportar su máximo peso y a la altitud del aeropuerto sudafricano de Tambo, la aeronave tuvo un comportamiento excelente, destacó esta semana el fabricante europeo de aviones en un comunicado. En este último vuelo, en el que el A-380 dio la vuelta al mundo, el avión sobrevoló también el Polo Sur durante una parte del viaje con lo que completó más de un año de vuelos de prueba por los cinco continentes. El veterano comandante de la nave, Hugues Van Der Stichel, explicó a la prensa que el sobrevuelo de los dos polos durante este viaje tuvo como objetivo "comprobar los parámetros de navegación y ver el comportamiento del avión en vuelos", de doce horas o más. En esta vuelta al mundo organizada para el último vuelo de prueba, el grupo de pasajeros estuvo compuesto por ochenta técnicos de Airbus, encargados de comprobar el funcionamiento del aparato en detalle. También participó en el periplo, un experto de la instancia encargada en Estados Unidos de otorgar el certificado de vuelos a los aviones, la FAA (Federal Aviation Administration), precisaron fuentes de Airbus. El resto de centenares de asientos fueron ocupados por maniquíes conectados a varios sensores, precisó la fuente. "Vuela muy bien", comentó uno de los pilotos de prueba, Jacques Rosay, quien se mostró muy satisfecho del comportamiento del avión, al aterrizar. Según Rosay, el avión, que se ha fabricado por partes en cuatro países europeos, Francia, Alemania, Reino Unido y España, es muy silencioso y reacciona muy bien a las turbulencias. El jefe de los vuelos de prueba, Claude Lelaie, señaló, por su parte, que el avión se comportó durante el año de ensayos "exactamente como lo habíamos previsto". El prototipo sobre el que se realizaron los vuelos de prueba, el MSN-002, realizó dos mil seiscientas horas de vuelo, 600 de las cuales estuvieron destinadas a obtener el certificado de vuelo que otorgan las autoridades de Europa y Estados Unidos. Fuentes de Airbus explicaron a Notimex que todavía queda por comprobar el funcionamiento del sistema de aterrizaje automático, asimismo otras opciones solicitadas por algunos clientes, aunque está listo para recibir el certificado que le autoriza a realizar vuelos civiles. La "majestuosidad" que el aparato ha demostrado durante sus vuelos de prueba contrasta sin embargo con las "turbulencias" por las que atraviesa el programa de entrega de los A380, que ha sufrido tres retrasos. El último retraso anunciado provocó que la compañía norteamericana de transporte urgente Fedex anulara su pedido de diez Airbus A-380.Otras aerolíneas estudian suspender sus pedidos o pedir compensaciones a su constructora, la fabricante europea Airbus, la principal rival de la estadounidense Boeing. Pese a todo, y si no se produce ningún nuevo incidente, el primer vuelo del aparato será realizado por Singapore Airlines en octubre del año próximo, en un vuelo entre Londres (Reino Unido) y Singapur. De momento no se espera que ningún aeropuerto de América Latina reciba la visita de un A380 en años, aunque posiblemente aterrice alguno en el aeropuerto internacional Benito Juárez de México, país en el que se fabricó una pieza del avión.El A380 mide 73 metros de longitud y sus dos pisos suman una altura de 24.1 metros, equivalente a un edificio de ocho plantas.El tren de aterrizaje dispone de 22 ruedas, tiene un peso máximo al despegue de 560 toneladas y sus depósitos tienen una capacidad para cargar 310 mil litros de queroseno.El avión tiene una autonomía de hasta 15 mil kilómetros de distancia y pese a sus dimensiones, consume menos de tres litros de combustible a los 100 kilómetros de vuelo por cada pasajero transportado, menos que un automóvil diesel.En total, el nuevo gigante del aire tiene capacidad para un tercio más de pasajeros que el 747 de su competidor Boeing, diseñado en 1969, y además reduce los costos respecto a un avión actual en un 15 por ciento por persona.Todo ello con la garantía de que los asientos serán más anchos y el espacio entre fila y fila mayor que el de su rival y con espacios habilitados para la instalación de un gimnasio, una discoteca e incluso un casino.El diseño del avión es el resultado de un programa cuyo coste ha superado los diez mil millones de euros (13 mil 991 millones de dólares).El A380 ha sido diseñado en íntima colaboración con las principales líneas aéreas, aeropuertos y autoridades de aviación civil.Sin embargo, debido a sus dimensiones, el avión sólo podrá despegar y aterrizar, ahora, en cincuenta aeropuertos de todo el mundo con pistas e instalaciones de tamaño suficiente para el aparato, que tiene una distancia de ochenta metros entre las puntas de cada ala.
Fuente: srv2.vanguardia.com.mx