El conflicto por las papeleras
El Gobierno se muestra optimista tras el encuentro con el enviado del rey
En una jornada cargada de reuniones, Juan Antonio Yañez estuvo en la Casa Rosada con Alberto Fernández; antes se reunió con Taiana; nuevo viaje a Montevideo
El Gobierno analiza la nueva visita del enviado del rey de España, que busca facilitar el diálogo entre la Argentina y Uruguay, con un razonable optimismo.
Esto es: que hay caminos que ya no están tan lejos como antes, que ven que se acercan posiciones. Así lo describió una fuente gubernamental a LANACION.com, tras el encuentro que mantuvo Juan Antonio Yañez esta tarde, durante casi una hora, con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en la Casa Rosada.
Allí también estuvo el canciller Jorge Taiana, y un técnico de cada una de las cancillerías, tanto argentina como española. Previamente, el ministro de Relaciones Exterior se había reunido durante cinco horas ininterrumpidas con el enviado del rey Juan Carlos.
En medio del estricto hermetismo, el Gobierno evalúa con expectativa esta visita, que seguirá mañana con un nuevo viaje a Montevideo, y el jueves, con el regreso de Yánez a la Casa Rosada.
El enviado no se reunió con el presidente Kirchne esta vez. Podría haberlo hecho, pero prefirió esperar a tener hechos más concretos luego de viajar nuevamente a Uruguay.
Es que ayer estuvo allí y se entrevistó con Tabaré Vázquez, quien en la visita anterior no lo había recibido, al contrario de Kirchner.
Las gestiones del enviado de la corona se realizan en medio de un deliberado hermetismo con el que se busca garantizar resultados concretos que permitan restablecer el diálogo entre los presidentes.
Frankenstein. El jefe de Gabinete fue el representante del Gobierno que esta mañana volvió a acusar a Uruguay de decidir "unilateralmente" la construcción de las papeleras en Fray Bentos.
Sostuvo que la posición del gobierno de Tabaré Vázquez en el conflicto "es muy difícil de tolerar" y ejemplificó: "La única propuesta que nos hizo Uruguay es: ´Yo voy a terminar haciendo lo que unilateralmente decidí hacer y después si quieren revisemos juntos que no contamine´".
Con ironía, el jefe de ministros añadió, también construyendo un "monólogo figurado" del país vecino: "He elegido construir a Frankenstein, déjenme que termine de construirlo y después les prometo que vamos a vigilar que se porte bien". Descalificó así la propuesta de hacer un monitoreo conjunto del impacto de las pasteras en el ambiente que Uruguay ofreció en reiteradas oportunidades y que fue sistemáticamente rechazado por el gobierno de Néstor Kirchner.
Pero el jefe de Gabinete se mostró también optimista. Previo al encuentro, pidió hacer "un esfuerzo importante" para lograr que se restablezca el diálogo.
"Tenemos que hacer un esfuerzo importante, en estos días está el enviado del Rey", remarcó Fernández.
Segunda parada. En este clima de tensión, agudizado ayer del lado uruguayo con la firma del decreto que ordena la custodia militar de la fábrica de Botnia, Yáñez encaró su segunda ronda de reuniones con autoridades argentinas antes de volver mañana a Montevideo.
Ayer, fuentes de la Casa Rosada sostenían que en su paso por Buenos Aires Yáñez se esforzaría por conseguir un compromiso argentino que permita suspender los cortes de rutas fronterizas en Entre Ríos y otro gesto del lado uruguayo para detener, aunque sea por un plazo mínimo, las obras de la fábrica de celulosa de Botnia, en Fray Bentos.
Ya en marzo pasado, cuando coincidieron en Santiago de Chile por la asunción de Michelle Bachelet a la presidencia, Kirchner y Tabaré habían acordado una tregua de términos similares. El acuerdo quedó sepultado cuando Botnia se negó a parar la construcción de su planta por 90 días. El rechazo generó la presentación de la demanda argentina contra Uruguay ante la Corte de La Haya.
Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/864986