La Agencia Nacional de Aviación (Anac) explicó que canceló los despegues programados en los aeropuertos de la capital federal, Brasilia; el de Confins, el principal del estado de Minas Gerais; y el de Congonhas, en la ciudad de Sao Paulo, que sólo atiende el "puente aéreo" entre esa ciudad y Río de Janeiro.
"La previsión es que el sistema continúe con problemas, principalmente en la mañana del miércoles. No hay previsión acerca de cuándo se normalizará la situación", dijo en una rueda de prensa en la noche de hoy en Brasilia el presidente de la Anac, Milton Zuanazzi.
"Nunca hubo un colapso de ese tamaño", agregó en alusión al fallo generalizado en el Centro Integrado de Defensa Aérea y Control del Tráfico Aéreo de Brasil (Cindacta).
Durante todo el día de hoy, los fallos en el sistema provocaron atrasos de varias horas, principalmente en el aeropuerto de Brasilia.
Los contratiempos, que se extendieron por todo el país, afectaron a la mayor parte de la red de vuelos, con lo que la Anac decidió cancelar los demás vuelos programados.
"De nada sirve meter más agua si no hay como achicarla", ilustró Zuanazzi en la rueda de prensa en el aeropuerto de Brasilia.
La suspensión afectó a todos los vuelos programados para después de las 19.30 hora local (21.00 GMT), que deberán salir el miércoles, aunque los anteriores a esa hora ya registraban atrasos de varias horas.
El coronel Carlos Vuyk, comandante del Cindacta, explicó en la misma rueda de prensa que un fallo en los sistemas de frecuencias de radio, que redujo seriamente la capacidad de comunicación aérea, causó el colapso.
Eso a su vez perjudicó la comunicación entre las torres de control y los aviones, y provocó una caída total de la comunicación por radio, lo que llevó al Cindacta a pedir a todos los aviones que pasaran por su jurisdicción a aterrizar, a la vez que prohibió nuevos despegues.
Un accidente ocurrido el 29 de septiembre con un Boeing de la aerolínea Gol, en el que murieron 154 personas, y que fue aparentemente causado por fallos en los sistemas de control y navegación aérea, ha desencadenado una seria crisis en la aviación civil brasileña.
Los retrasos, fallos y protestas silenciosas de controladores aéreos, han sido una constante en los dos últimos meses, en los que se han convertido en frecuentes las congestiones de aeropuertos en todo el país.
Fuente: www.univision.com