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Miércoles, 27 Diciembre 2006 18:57

Feliz año.

Me permito estas intimidades (y una columna de dudosa calidad técnico literaria) porque -en estos días- puedo estar bastante seguro de que me leerá usted (que no tiene más remedio) y alguno que esté de guardia frente a la PC y no tenga salida a páginas deportivas o porno. No más.

Hoy (cuando escribo esto, que no es cuando lo va a publicar, si es que se anima), como el lunes fue domingo, el domingo no pareció y jueves, el viernes, el sábado y el domingo casi me ahogo de lluvia, ingesta calórica, y calor, pero no sé cuándo fue cada cosa, y los encuentros etílico-amistoso-familiares se perpetraron en reiteración real, no sé si es miércoles o qué; por lo que no estoy muy seguro de poder cumplir con eso de escribirle "esa columna de miércoles " como le dice Usted a mi esfuerzo. Aré lo que pude, dijo el labriego, haré lo que pueda, digo yo.

Como he decidido ponerme a tono con la tesitura pacífica y pacificadora que nos señalara el querido Viejo, dejaré para mejor ocasión el señalamiento de los debe que muestra el balance del año feneciente; no ya el que Usted realizó, sino el del Turismo en general, encabezado (?)
por los gestores públicos y privados institucionales. He de cambiarlo, pues, por un saludo esperanzado y otro "aguante" tan justo como el de los Reyes Magos para quienes trabajan denodadamente, cada uno en su lugarcito, tratando de que los turistas vengan, pasen bien, se queden, gasten, se vayan contentos, y quieran volver. Es lo que hay, valor, lo que cada uno pueda hacer; porque de lo macro (en ausencia de quien debiera) se encarga Dios.


Después de este gesto justiciero, le cuento lo que (ahora va a entender mejor el énfasis) le pedí a los Sabios de Oriente a quienes el poder imperial devino en Reyes para perpetrarlos en el tierno imaginario de los pueblos niños.

Vienen en camello, y yo ya estoy medio belloto, o sea que puede que lo que pido tarde; pero -de corazón- no pierdo la esperanza.

Queridos M, G y B:

Vuelto a las canchas turísticas, no les voy a molestar con pelotas, bicis, celulares ni compus; sino que he de encarar por el lado de los intangibles. Así pues, les pido:

-un cambio en la mentalidad imperante, que permita reunirse a pensar hacia dónde vamos, en vez de estar todo el tiempo haciendo sin pensar lo que se nos ocurre que hay que hacer para ver cómo arreglamos los desarreglos propios e importados.

-un espacio de reflexión, análisis y propuesta estratégica para el Sector de la Economía más postergado en el imaginario del Gobierno y de la mayoría de la gente que vive de él aunque no lo sabe y que la Cuenta Satélite dejará expuesto en toda su magnitud, si Dios y los que tienen
que hacerla quieren

-un espacio similar, que sume la coordinación con todos los organismos
del Estado

-un cambio en la mentalidad de los empresarios, que los haga dar la espalda a quien no les sirva, y asumir su adultez en la resolución de los problemas que el Estado no pueda, deba o quiera resolver

- un cambio en el estado anímico de los trabajadores  del Sector, especialmente los del Público,  fuera de los pequeños núcleos  de entusiastas que se prodigan; a veces por encima de sus posibilidades, casi siempre por encima de sus retribuciones

- por las dudas, si demoran demasiado en conseguir alguna de las piezas de este rompecabezas infernal, consérvenme la ilusión, la esperanza,  la paciencia y el buen humor.

Fuera de tema, pero igualmente de corazón, les pido que -si tuvieran la posibilidad- mantengan distraídos a Paco y sus secuaces, a ver si podemos ganar un Campeonato, aunque sea el Competencia.

Les dejo un fardo de alfalfa, una bolsa de Gevral y tres blister de Perifar Flex, porque con un puñado de pastito y mi cariño me parece que no alcanza para lo que van a tener que laburar los seis.

¿Se creyó lo del señalamiento? ¡Que la inocencia le valga, Don Negro!

Un saludo cordial e inocente

Beto

Mire Beto:
Usted es incorregible; comienza con paz y amor y termina como siempre, de punta y al ángulo.
No vaya a creer que somos tan pocos los cibernautas de estas horas; las diferentes casillas no paran de recibir mensajes. Todo bien con su cartita a los Reyes Magos pero hágame caso, haga como yo, por un tiempo piense en turismo y deje el fútbol. Cuando todo vuelva a la normalidad lo invito al Estadio, ahora no. Un abrazo grande y felicidades.

El Negro