Argentina va a cerrar la temporada de verano con 23 millones de ingresos; la mayoría de esos 23 millones de visitantes eligen la Capital como destino y ya sabemos, Buenos Aires en verano...
El Presidente mexicano envía un mensaje y dice: "Declarar al turismo como prioridad en la agenda nacional" y "Generar una política turística que aproveche el potencial de esta actividad como herramienta para la mitigación de la pobreza y el desarrollo de comunidades rurales y costeras.".
Imagino que a esta altura, algunos lectores estarán preguntándose el porqué de nuestro sentimiento; nos apresuramos a decir que no nace por lo que consignamos líneas arriba, concretamente, lo que nos da envidia es por ejemplo que Argentina, a pesar de los excelentes resultados actuales, sigue creando, promocionando, reciclando, trasmitiendo al mundo, la más convincente conciencia turística. Y el caso de México es similar; un país en el que el turismo significa más del 8% del PBI, que aporta casi dos millones de puestos de trabajo directos y 8 indirectos, que para este año calcula un ingreso de divisas del orden de los doce mil millones de dólares; el primer mandatario dice oficialmente que el turismo es de las principales actividades económicas del país (tercera, detrás del petróleo y las remesas) pero no se queda allí, propone un programa para mejorar esos índices.
En los últimos días, mantuvimos una charla muy interesante con un empresario fuertemente ligado a Panamá y hablamos bastante de ese país donde se compra más barato que en Miami, donde se calcula que se van a necesitar más de 150.000 "obreros importados" para las obras de ensanche del canal; donde es muy difícil conseguir plazas en la hotelería y ni hablar, las dificultades para conseguir asientos en Copa Airlines. En ese país en Panamá, la noticia que editamos hoy dice que: "Los hoteleros panameños solicitaron al gobierno acelerar de manera "urgente" el diseño de un plan de turismo que oriente al sector en los próximos diez años".
Nosotros continuamos sin políticas de turismo, sin planes estratégicos, sin agenda y lo peor, es que cuando se le consulta a las autoridades el porqué de esa carencia, la respuesta es más preocupante que la misma: se dice que hay políticas ( en plural). Nos vemos.