El mes pasado, escuchando un reportaje radial efectuado por Emiliano Cotelo al Presidente del Banco Central de Chile, Ing. Corbo, nos llamaban la atención, algunas de sus afirmaciones.
Además de dejar claro que la institución que representa es factor fundamental de lo que conocemos como el Milagro chileno, a partir de su política responsable y anticíclica; de su total autonomía mantiene relación fluida con el Ministerio de Economía pero le informa tres veces al año y decide las políticas cambiarias y monetarias han sido determinantes de los logros más salientes, como es sin dudas, que en poco más de veinte años, la exportación de vino pasara de la cifra de cinco millones de dólares anuales a mil millones de billetes verdes cada 365 días.
Con estabilidad en los precios y focalización del gasto público en los más pobres, entre otras acciones, se redujo notoriamente el porcentaje de ciudadanos por debajo de la línea de pobreza del 45 % al 18% y el Ing. Corbo, a lo largo del reportaje, insistió en manifestar que una de las acciones más importantes de la conducción chilena de los últimos años es: la creación de instituciones.
En nuestro país no es muy frecuente este hecho. No creamos instituciones, si, comisiones. Y ya sabemos lo que dice el sabio dicho popular: cuando quieras sacarte un problema de encima, crea una comisión....
Léase bien que decimos comisión y no Consejo..., a pesar de reiterados intentos, aún no hemos podido saber que es de la vida del Consejo Nacional de Turismo.
En este ámbito del turismo que nos situamos, a nuestro entender, está faltando una institución para nosotros clave, hablamos de un órgano que asuma la representación académica de esta actividad.
En Uruguay, en los últimos tiempos, siguiendo una vieja tradición, aquellos que hablan más fuerte ( o gritan), aquellos que marcan más presencia ( tal vez por recursos económicos) y también, los que ocupan puestos de poder ( por todas las causas que sabemos de sobra), son quienes conducen los destinos de esta actividad.
En el país se ha instalado la discusión en varios ámbitos; recientemente, hasta la que tiene que ver con la despenalización del tráfico de marihuana parece que va a conseguir su lugar, nos parece muy bien que así sea, eso quiere la democracia.
En ningún círculo que tenga que ver con el turismo se maneja la posibilidad de plantear la gran discusión, la que nos debemos todos acerca de esta actividad.
No lo plantean sus asociaciones empresariales ni los organismos públicos.
Esta aceptación tácita del actual estado de cosas, parecería indicar que está todo muy bien y precisamente, nosotros pensamos que no es así, creemos que está todo bastante mal.
No tenemos conciencia turística como Estado, como sociedad, como actividad.
Por esa razón, no podemos, no sabemos medir lo que nos ocurre.
Nosotros decimos que el turismo, dejado a la buena de Dios, sin políticas de Estado, sin estrategias, sin conducción idónea, representa un ingreso de divisas para nuestra economía que se sitúa en más de la mitad de lo que ingresa por ganadería.
Si lo prefieren, establezcamos el análisis en la dicotomía turismo-ganadería una vez más. El turismo en Uruguay, está sufriendo, mal que nos pese, su crisis por aftosa.
Tenemos como Estado y como sociedad, conciencia de país ganadero; por lo tanto, hay un brote de aftosa y nos volvemos locos todos.
Desde el verano pasado el turismo sufre el persistente y gigantesco ataque de la asamblea de piqueteros entrerrianos y también, tanto o más grave que ello, la inseguridad pública interna, con foco en sus dos principales destinos: Montevideo y Maldonado.
El sector, no ha respondido a la altura de lo que se esperaba.
¿ Porque al Ministerio de Turismo y Deportes no le interesa, no le preocupa?
¿ Porque a la Cámara de Turismo no le interesa, no le preocupa?
¿Porque a los gobiernos departamentales no les interesa, no les preocupa?
Estamos seguros que a todos estos actores les interesa y les preocupa ambos problemas.
¿ Porque al Poder Ejecutivo, fundamentalmente, al Ministerio de Economía y Finanzas no le interesa, no le preocupa ?
Creemos que por allí está la clave. No nos atrevemos a decir que al Presidente de la República o al Contador Astori les da lo mismo lo que pasa.
Lo que si nos atrevemos a decir, muy claramente, es que ni este Poder Ejecutivo ni los anteriores, ni este Ministro de Economía ni los anteriores, les han dado al turismo el lugar que tiene para nuestra economía.
¿ Porque se les antoja?
Volvemos a afirmar que no es ese el caso. Históricamente , el turismo en nuestro país, ha sido la industria desconocida.
No nos podemos preocupar por lo que no conocemos.
Pero...hay uruguayos que saben de que hablamos; como en todos los órdenes, existe la academia.
¿ Si la convocamos?
Sergio Antonio Herrera
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