Grande entre los grandes.

Llegaba desde Ancón por un sueño: triunfar en el fútbol. Los nombres de Juan López, Hugo Bagnulo y el Contador Gastón Güelfi, habían permitido el inicio de su historia de amor con Uruguay.
Ese verano del 60, lo vi, con camiseta roja de alternativa debutar contra Atlanta y escuché: "salta mucho es flor de maula...."
Ese verano del 60, hacía muy poco que yo usaba "los largos" y en mi barrio, cuna de todo: candombe, tango, fútbol,taitas, malevos y negros "che"; se diferenciaban muy bien los "usted", de los cuales, este ecuatoriano recién llegado fue un precursor.
A fuerza de un arsenal de cosas, donde lo más notorio fueron los goles, se abrió camino y grabó su nombre en las mejores páginas de la historia deportiva del Uruguay pero, también en las sociales y en las diplomáticas.
Era tan usted que, transitando lo más alto de la fama y la gloria, era de los que detenía el auto en cualquier lado, si me veía, para saludarme y preguntarme si me arrimaba....
De aquel verano del 60 se están por cumplir 47 años y con la partida de Alberto se vienen en catarata recuerdos y sensaciones que parecen haber sucedido ayer.
Aparece la vieja cocinando para un montón y veo a Cabrerita y a Salvador; Moacir lo invita al viejo a tomar una cerveza "estúpidamente gelada" en la platea, debajo del palco. El descubrimiento de las "gallinas" en Santiago, la reverencia del Bernabeu, Wembley y Villa Belmiro y él, en todas las fotos.
Seguramente el Turco,Pedro, Pablo, el Tito, el Pardo, el Lito y el Negro Juan,al igual que yo, no lo puedan creer.
Ocurre gente, que no hay corazón que resista tanto amor de dos pueblos como el ecuatoriano y el uruguayo al que se sumó siempre el del resto de América.
Habrán notado que no mencioné, hasta ahora a Peñarol; quería recordarlo sin camiseta, como, seguramente, lo hacen todos en Uruguay. Salve Alberto, gracias por tu amistad. Nos vemos.

Sergio Antonio Herrera
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