El resultado de la visita efectuada, se verá en las pantallas norteamericanas el próximo 2008, y nuestro país, conformará además, uno de los 25 capítulos del libro que habrá de editarse también, el año entrante
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George W, Bush, Presidente de la superpotencia mundial, llamado de mil maneras diferentes, la mayoría de ellas, insultantes, también estuvo en nuestro país, traído vaya a saber por quien y porqué. El resultado de la visita efectuada, se verá o no se verá, seguirá TIFA o devendrá en TLC, cuando deba ser.
Cuando Browne supo que vendría a Uruguay, recorrió las principales librerías de su estado, buscando material sobre Uruguay y...no encontró NADA.
Cuando Bush supo que vendría a Uruguay, recorrió las principales tiendas de regalos y...encontró un set de parrilla y se lo trajo a Tabaré.
La visita de Bush de inmediato y la de Browne el año que viene, tuvo y tendrá respectivamente, una gran difusión en todo el territorio de la unión.
Lo que sin dudas, ambas visitas generarán, es más cantidad de visitantes estadounidenses a Uruguay, por la sencilla razón que ya fue en el caso del presidente y será en el de Browne, una promoción creíble, auténtica, veraz, de bondades paisajísticas, costumbristas y humanas.
Casi de manera intespestiva, sin integrar ninguna agenda ni calendario previsto con demasiada antelación, el destino turístico Uruguay fue y será, conocido por millones de norteamericanos.
Sería muy bueno tomar nota y de una buena vez, planificar acciones similares.
Evidentemente, no estamos diciendo que para promover el turismo, haya que traer presidentes a cada rato, pero, si decimos, que habría que seleccionar muchos Browne, los que se pueda y a ellos si, traerlos.
Pero, lo mejor, sería de una buena vez, dejar de improvisar y planificar a largo plazo.Nos vemos.