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Lunes, 23 Abril 2007 17:25

ZONA OPINIÓN - Siguen los papelones.

por el Lic. Rafael Ramos
columnista invitado

Montevideo - 24 ABR 07 - Portal del Uruguay.
Finalmente, el enviado del Rey Juan Carlos de España, Juan Antonio Yáñez logró que los gobiernos de Uruguay y Argentina se sentaran frente a frente para comenzar a destrabar el conflicto causado por la instalación de la planta de celulosa en Fray Bentos.

El hombre de confianza del Rey Juan Carlos tenía como principal cometido que los representantes de los gobiernos involucrados manifestaran su buena disposición al diálogo. Esta iniciativa había surgido en ocasión de la última Cumbre Iberoamericana de Presidentes y Jefes de Estado celebrada en Montevideo. En aquellas circunstancias las relaciones entre los gobiernos de los países del Río de la Plata venían tensas desde hacía meses y así continuaron hasta la celebración de este encuentro en Madrid. La gestión del "facilitador" (como se le llama al representante del rey en este caso) era precisamente hacer que ambos gobiernos estuvieran dispuestos a dialogar. Así entendidas las cosas, la tarea de Yáñez, luego de varios meses, se califica como efectiva.

De todas maneras, esto no quiere decir que el conflicto haya comenzado a destrabarse, más bien, lo que se ha logrado hasta ahora es que todo aquello que ambos gobiernos han dicho de manera pública (a través de los medios masivos de comunicación) ahora lo han manifestado cara a cara, de manera oficial. Es que no debemos confundir la gestión del denominado "facilitador" con el objetivo último de este proceso, que es la solución final a la larga tensión diplomática existente entre los gobiernos de Uruguay y Argentina. Este diferendo no tendrá al enviado del rey en las definiciones principales de la resolución del conflicto, pues su misión era generar las circunstancias para que ambos gobiernos comenzaran a dialogar. Igualmente, como en este primer encuentro lo único que se hizo fue manifestar la disposición al diálogo como única forma de solución a las diferencias, la gestión de Yáñez seguirá vigente hasta tanto las partes involucradas entiendan que a partir de determinado momento pueden seguir conversando solitas sin terceros involucrados que les deban decir cómo comportarse.

 Lo único claro de la reunión de Madrid es que las diferencias se profundizan. Y como la idea de este encuentro era sacarse la foto con el rey para cumplir con el protocolo (y no dejarlo pegado), se celebrará otra gestión de "facilitación", pero esta vez parece que tendría lugar en Estados Unidos, lugar en donde vive el "facilitador", con el objetivo de seguir avanzando (...). Parece que estas primeras instancias son para facilitar el diálogo, pero no para dialogar sobre el asunto que genera el conflicto. ¿Se imagina Ud. a las dos delegaciones, más los representantes del rey, más un montón de gente que seguramente anda en la vuelta, sentados alrededor de una mesa manifestando su disposición al diálogo, pero sin dialogar acerca del tema en cuestión? ¿Para qué se juntan? ¿Viajaron miles de kilómetros para sacarse una foto con el rey? Seguramente el próximo mes se reunirán todos en Estados Unidos, se sacarán un par de fotos y dirán que las gestiones de facilitación para el diálogo continúan en el buen camino, al mes siguiente se irán a Egipto... Evidentemente el mundo de la diplomacia no está en la misma órbita que el de los ciudadanos comunes...        

Y aunque tanto la delegación uruguaya como la argentina han manifestado al regreso a sus respectivos países la satisfacción por el encuentro celebrado en la capital española, la situación sigue incambiada: los argentinos siguen proponiendo la relocalización de la planta de celulosa (aunque ya está construida en un 90%) y los uruguayos dicen que con los puentes cortados no hay diálogo. La planta seguirá su marcha y los puentes seguirán cortados. Planteadas como están las cosas, el Rey Juan Carlos podrá continuar designando "facilitadores", pero llegará un momento en que dirá: "Joder hombre, que con estos indiecitos no se puede...". Y ahí surgirá la idea de convocar a algún premio Nóbel o a algún ex presidente olvidado. Y pasarán los meses, y viajarán alrededor del mundo y se sacarán fotos... fotos que recuerden el último encuentro que hizo posible que se convocara a uno nuevo con el objetivo de que alguien continúe la gestión de facilitación de reunión entre las partes, pero no la gestión del diálogo para la solución del conflicto. Porque el tema es juntarse pero no dialogar. El diálogo será cuestión de otro tiempo... pero el papelón seguirá siendo el mismo...