El paso dado en nuestro principal destino turístico, una vez más, por iniciativa de la actividad privada, nos parece un verdadero acierto y la demostración que luego de silencios, grises y omisiones, las fuerzas vivas puntaesteñas, como es tradición en el turismo uruguayo, se han puesto ante el timón y conducen el buque.
Es un golpe decisivo además, a la informalidad. Aquelos turistas que pretenden comprar barato y confían en "Porteros Inmobiliarios y Afines", quedarán absolutamente excluídos de este beneficio.
Es muy halagador escribir artículos de este tenor. Muy buena cosa sería, poder hacerlo más seguido. Nos vemos