y la defensa del estatus laboral, bastante mal respetado por la generalidad.

Los números, si bien no son exactamente los que se han venido difundiendo (hay matices importantes), reflejan de todos modos, la imposibilidad de abordar con éxito, o al menos sin pérdidas, la ruta transatlántica; ese es un dato de la realidad.

Sabemos que no son pocos quienes sostienen que a PLUNA hay que cerrarla de una vez; que es un agujero negro; que se volvió a errar en la elección del socio; que hay que interpelar a Elberse y a Ficus y otros etcéteras.

Nosotros no llegamos siquiera a admitir una posibilidad de cierre.

Antes que se firmara el negocio con Leadgate, bregamos insistentemente (en este mismo sitio están los testimonios escritos) porque se hiciese el esfuerzo de no privatizarla y encomendarle la gestión a técnicos uruguayos que si, los hay y que jamás fueron involucrados en el destino de PLUNA y de esa forma conservásemos el 100% del paquete accionario.

Pero la realidad es PLUNA S.A. y esa es la única verdad, la actual verdad.

Más allá que los jóvenes ejecutivos de Leadgate, podían haber sido más corteses con los sindicatos y más precisos con los directores del Ente, vistas las condicionantes, tal vez hace unos cuantos millones de dólares deberían haber suspendido la ruta, como se los ha reclamado alguna gente.

Uruguay, el mercado uruguayo, el que nosotros denominamos convencidos que es el escenario que generalmente se convierte en tumba de cracks, está, en el tema PLUNA, montado y a la vista.

La novedad es que, en contrario a lo que hizo Varig, la actual dirigencia privada se plantó en sus trece.

Lo habitual, lo conocido, es que los funcionarios, agremiados en OTAU OFP y en ACIPLA, salen a defender sus derechos; lo hacen con toda la aureola y el prestigio (mal que le pese a muchos observadores) que les confiere la historia.

Hay un tercer actor combinado: el Ejecutivo y la bancada oficialista (léase gobierno) que hace tiempo; tira la pelota afuera, oye, consulta y habla poco.

Planteadas así las cosas, es cuando nosotros decimos que la parte débil es la del consorcio; reafirmamos este concepto porque Leadhgate es una empresa con fines de lucro y como tal, no le sirven las dilatorias y mucho menos la agobiante posibilidad de una huelga pendiendo cual espada de Damocles sobre sus testas.

Conciliación, eventual arbitraje, radicalización de las posiciones, es una película que no querríamos ver pero que se está rodando.

Entonces, una vez más, apelemos a la utopía.

El quid de la cuestión es el petróleo ¿verdad?; la inexistencia de aviones de largo radio, es cosa del pasado reciente pues cada hora aumenta la oferta de los modelos que se requieran.

¿Quien tiene petróleo?....adivinaron, el Tío Hugo.

¿Cuánto puede durar la inestabilidad del precio del barril? ¿un año? ¿dos años?

Si se pierden actualmente dos millones de dólares por mes en la operación de la ruta a Madrid y esto pasa con una estructura realmente desmantelada y con un solo avión que además, no es el adecuado y sumado, no se lleva un quilo de carga y también, se ningunea a las agencias de viajes, podemos afirmar que dos millones entonces, sería el máximo que se puede perder y que, variando algunas de las condicionantes señaladas se mejoraría, porque !ATENCIÓN!! sigue habiendo mercado a España, ¿por qué no mirar al norte del continente y pedirle al Tío Hugo una más?

Subsidio en crudo por un año u$s 24 millones
Subsidio en crudo por dos años U$S 48 millones

¿Dirá que no?

¿cómo les quedarán a las azafatas de PLUNA las boinas rojas? Nos vemos.