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Viernes, 09 Enero 2009 06:09

El agua y el fuego

 por Sergio Antonio Herrera

El suministro de agua potable, en un destino turístico es tan o más importante que una correcta infraestructura hotelera o gastronómica. Todos nos preocupamos por la promoción de nuestros atractivos
en el exterior y siempre, estamos esperando la masiva afluencia de turistas en alta temporada.

Pero como cuando en esta temporada estival, por ejemplo, la Costa de Oro está repleta, falta el agua.

No se puede obviar la coyuntura, no sería lógico ignorar la sequía que nos afecta, pero ¿qué hemos hecho para prevenir estas situaciones?

Casi la tercera parte de la superfice de nuestro país (al norte), se encuentra sobre el Acuífero Guaraní. Lo que se conoce como una de las reservas de agua  potable más importantes del mundo, se extiende desde el norte de Brasil, ocupa parte de Paraguay y Uruguay y finaliza en la pampa Argentina. Incluso se sospecha que, a enormes profundidades, el acuífero se conecta con los lagos de la Patagonia. El volumen explotable en la actualidad es de 40 a 80 kilómetros cúbicos.

Sería bueno, como dijo algún político recientemente, pensar en las soluciones para la falta de agua cuando llueve, es decir, planificar, prevenir cuando no hay sequía y no hacer como siempre, lamentarnos porque no podemos bañarnos, regar o beber, cuando no la hay.

El fuego no se genera solo

Mas allá de la ignorancia, imbecilidad o irresponsabilidad de quienes encienden fuego en medio de un bosque o en cualquier otro escenario de riesgo, en un país con problemas de sequía y eternamente "con las ventanas abiertas" por la intensidad del viento (de paso, nada de energía eólica ¿no?), de una buena vez, se debería legislar sobre el uso de pirotecnia.

Digo legislar para no aparecer antidemocrático pero, si de mi dependiese, prohibíría totalmente el uso de pirotecnia, decretaría "territorio 100% libre de fuegos artificiales".

Como dije hace poco, mi dura sesera no logra entender cual es el placer en la práctica de la pirotecnia, que es, lisa y llanamente "jugar con fuego" y ya sabemos todos, como termina.

Se me dirá que en el verano del hemisferio norte es común y hasta rutinario enterarse (y ver por TV), los desastres que origina el fuego en California, como también en el sur pero, del otro lado del globo, cuando ocurre lo mismo en Oceanía, pero, estamos hablando de un país de 180 mil quilómetros cuadrados, de un paisito como lo llamamos cariñosamente a nuestro Uruguay.

Estos dos temas, el agua y el fuego, obviamente que trascienden el mero interés de un observador especializado en turismo, pasan a formar parte de la calidad de vida de todo el país y por ende, urge que de una vez por todas, antes de empezar a embotellar agua para venderle a los países árabes, solucionemos nuestras carencias en la materia.

Seguramente lo del fuego será, aunque parezca extraño, más dificil de prevenir, mal que nos pese, pues los ignorantes, los imbéciles o los irresponsables, no emigran, se quedan aquí y la pirotecnia, se la compramos a los chinos porque es muy buen negocio, para algunos. Nos vemos.