Termas del Arapey, tuvimos ocasión de juntarnos periodistas riograndenses y uruguayos y existió la voluntad de conformar el Grupo Arapey, con profesionales de ambos lugares, idea que sucumbió al poco tiempo ante la falta de tiempo para dedicar, de quienes nos involucramos a fondo en la idea.

Como venimos diciendo, al menos en esta región, la gestión de la prensa especializada debe ser determinante.

Pero sería impensable -al menos en nuestra idea-, cualquier intento que no cuente con un fuerte apoyo de organismos estatales y/o internacionales.

Prácticamente todos los periodistas destacados de la región, son empresarios editores y además de producir sus propios medios desde el punto de vista periodístico, deben hacerlo también, en la fase comercial, la publicitaria y ello no deja margen para además, trabajar en pro del interés general, como me consta, es el deseo de la mayoría.

Pero el objetivo de este artículo es construir y enviar, un mensaje concreto a quienes deberían alentar una unión de este tipo.

Uno de los grandes enemigos del desarrollo en materia turística en los países de la región, es el excesivamente burocrático aparato estatal y está visto -no hace falta poner ejemplos- que solamente aquellos temas que toman estado público por la divulgación a través de la prensa, son los que van teniendo un trato preferencial y terminan siendo sustanciados en el plazo más breve disponible.

Evidentemente que países chicos como Paraguay y Uruguay son los que se beneficiarían más, si se lograse consolidar una acción conjunta organizacional y promocional, de cara a los grandes mercados, por parte del Mercosur, pero, a mi entender, Argentina y Brasil, especialmente los organismos rectores (Secretaría y Ministerio de Turismo respectivamente), verían sumamente facilitada su tarea y escaparían con gran felicidad, ellos también, a la burocracia estatal.

En este contexto, imaginamos una tarea coordinada del periodismo de la región, influyendo directamente en el tratamiento de los temas y convirtiéndose, de hecho, en el motor que lleve a consolidar la unión de criterios y de acciones del turismo de los cuatro países en primera instancia y ¿por qué no? de los Estados adherentes.

Y en esa fantasía-realidad, vemos un bloque sólido conformando un destino super atractivo, irresistible para los grandes mercados, a los cuales se les pondrá al alcance de sus manos, el tango junto al samba; la carne y los frutos de mar; las más hermosas playas y la nieve; cataratas y glaciares; desiertos y llanuras y una cultura envidiable y un clima excepcional y un rincón del mundo en síntesis, imposible de ignorar.

Está disponible un stock generoso de insumos para la creación del producto; existen grandes mercados, con marcada avidez por el mismo, así como está, sin el packing adecuado y la promoción necesaria; es muy fácil imaginar lo que sería el resultado de una acción conjunta, moderna, con clara estrategia. Nos vemos.