por Sergio Antonio Herrera
Algún día, en algún ámbito (¿Mercosur?), alguien, deberá poner el/los
tema/s sobre la mesa y bucear, acordar y legislar seriamente sobre los
diferentes ángulos que tienen que ver con la aviación comercial en
nuestra región. Debemos agradecer a Dios que esté de nuestro lado y a
los hombres de la aviación, a los genuinos hombres de la aviación
(técnicos en todos los ámbitos, de tierra a aire o viceversa)su
peculiar sentido de la responsabilidad, como contraparte de la mayoría
de los funcionarios gubernamentales y de algunos propietarios o
cirscunstanciales CEO´s de las aerolíneas.
En las últimas horas, corre el rumor que Aerolíneas Argentinas habría solicitado a las autoridades aeronáuticas del vecino país y a Argentina 2000, la autorización para operar vuelos regionales en el Aeroparque Jorge Newbery, en vez de hacerlo en Ezeiza.
Dice concretamente hoy Aviación News: "De acceder el Gobierno a tal solicitud generaría inmediatamente un pedido similar -reciprocidad- por parte del resto de las empresas que llegan a Buenos Aires desde Lima, San Pablo, Río de Janeiro, Santiago y Asunción, por ejemplo, y que hoy están obligadas a operar desde Ezeiza. Gente de la industria consultada arriesgaron que de aceptarse lo que solicita la empresa estatal podría generar un caos por la falta de infraestructura en Aeroparque y de no respetarse la reciprocidad un conflicto diplomático con varios países de la región".
La ubicación geográfica y la incidencia por el tamaño del mercado que significa Argentina, es demasiado importante , determinante, en algunos temas excluyente, como para que el resto de sus vecinos, estén siempre rezando para que no pase ésto o aquello.
El triste reciente período de Jaime a la cabeza de la Secretaría de Transporte, hizo mucho daño y no queremos ni pensar lo que podría pasar si "Aerolíneas", obtiene la autorización de marras.
En casi todos nuestros países, además de la mencionada Argentina, en Brasil, Paraguay y Uruguay, hay mucho "atado con alambre", empezando por equipamiento tecnológico y controladores aéreos, temas que unen en la desgracia a todos.
Afortunadamente, quizás como consecuencia de la herencia de los prohombres de la aviación que escribieron la primera parte de la historia de este negocio, los genuinos hombres de la actividad, hacen que lo "atado con alambre" funcione casi siempre.
Pero no se debe tentar a la suerte de modo permanente, alguien debería tomar la iniciativa para empezar a poner "orden en el barrio", si no queremos que las pandillas sigan adueñándose de las mejores esquinas.
Tal vez Uruguay, por tamaño, imagen y momento, sea un jugador aceptado para dar el primer paso. Nos vemos.