Nuestros visitantes vinieron a hablar de negocios relacionados con nuestra actividad y nos dio mucha vergüenza que hayan visto el centro de la ciudad como lo vieron.

Hay muchos esfuerzos de mucha gente por hacer de Montevideo un destino turístico de nivel y para ello se está trabajando mucho, nos consta pero, si uno organiza una fiesta, invita gente y no prende la luz (salvo que sea con intenciones de aquello), no tiene sentido gastar dinero en el armado.

El nuevo gobierno de Montevideo ha anunciado que pondrá énfasis en la higiene de la ciudad y nos parece muy acertada la medida.

Montevideo no está tan segura como quisiéramos, ese mismo día del encuentro con nuestros amigos, más temprano (a mediodía), volvíamos desde la farmacia de enfrente a la oficina y a pocos metros de la puerta del edifico, dos muchachones nos atacaron por la espalda y con una habilidad brutal, nos inmovilizaron parcialmente, nos metieron la mano en el bolsillo y se llevaron el dinero que teníamos; una manera muy light de decir que nos rapiñaron.

Lamentablemente no es la primera vez, pero nos gustaría que fuese la última.

Una ciudad como Montevideo, para cumplir con el objetivo de los esfuerzos de la gente que trabaja por el turismo, debería estar limpia, iluminada y ser segura, por ahora, la capital uruguaya no cumple con ninguna de esas tres condicionantes.

De nada valdrá el trabajo del Conglomerado de Montevideo, de poco servirá el bagaje técnico universitario del novel Director de Turismo, Caludio Quintana, será improductivo el esfuerzo y la inversión económnica de hoteleros, operadores y del propio Ministerio de Turismo y Deporte acudiendo a las ferias internacionales a promover Uruguay y cada unos de sus destinos, Montevideo incluído, si no solucionamos las falencias que denunciamos.

Mal de muchos consuelo de tontos dice el dicho popular, bueno, entonces dejemos de conformarnos diciéndonos entre nosotros y repitiendo empecinadamente en el exterior: "con respecto a otras capitales, Montevideo es segura y está bastante limpia".

Para llegar a la excelencia hay que esforzarse mucho y tenerla como objetivo, si seguimos "pateando para adelante" las soluciones, nos estaremos haciendo trampas al solitario y a la larga, peor que eso, mucho daño.

SAH -

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