A Usted le dio por mirar datos del Congtreso de AUDAVI de hace una punta de años. Y poco, muy poco parece haber cambiado.
Por eso lo del título. Carlitos cada día canta mejor, y en Volver nos decía "...sentiiiir que veinte años no es nada...."
Hace 20 años, un 5 de abril, se creó el Ministerio, simbólico reconocimiento institucional de la relevancia del Sector. El Decreto de creación no podía ser más ampolio (y por ende ambiguo): todo lo que sucede en relación al Turismo (que es todo lo que sucede en el país) estaba en la esfera de la Secretaría de Estado. Eso sí: respeto y consideración en el Gabinete, recursos, personal, presupuesto ... poco, poco.
Tengo guardada una joyita que relata el proceso de las sucesivas administraciones. Publicado en Internet en abril de 2002, me pareció como para guardarlo. Atrasa un poquito, pero -al igual que su Acta de AUDAVI- mantiene una dolorosa vigencia. Es un poco "acidito" para el estilo que reina entre quienes se ocupan de analizar la actuación del Sector político desde una perspectiva ciudadana no partidaria, pero ni el artículo ni su publicación hoy y aquí buscan ser ofensivos. Lo dice por ahí, citando al Nano Serrat.
Usted ve si lo publica o me pone falta y me descuenta.
Un abrazo
Beto
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" Hace unos días señalé la actitud de la dirigencia política respecto del Turismo, y de la necesidad de tener un Ministerio serio y eficiente.
En momentos en que se empieza a considerar una Rendición de Cuentas y leyes que pueden subordinar al Ministerio de Turismo a otro, sin cambiar nada en realidad (Lampedusa vive y lucha), me parece más que oportuno recordarle a todos la fea realidad, proclamando a los cuatro vientos lo que todos en el Sector sabemos pero nadie dice públicamente.
Esa es la finalidad del artículo, y no denigrar a nadie. Fuera de las irregularidades o vicios que diferenciaron a algunos, la única culpa que tienen los jerarcas señalados es habiendo aceptado una tarea para la cual no estaban técnicamente capacitados, haberse rodeado en general de incompetentes amigables en lugar de técnicos y funcionarios capaces pero no incondicionales.
Si alguien se agravia por lo que digo, no se enoje conmigo. Nunca es triste la verdad: lo que no tiene es remedio.
Un poco de Historia para fundar mis afirmaciones.
1986 El Dr. Alfredo Silvera Lima es el primer Ministro de Turismo del Uruguay. ¿Por qué méritos? Nadie lo sabe, ni casi nadie recuerda que lo fue.
1987 Comienza el período de Don José Villar. Su dinámica y prodigación en la construcción y consolidación del Ministerio, alcanzaron para que se recuerde a la suya como la mejor gestión hasta el presente. Tuvo siete años para hacerlo, y se convirtió en el único caso donde la lógica sustituyó a la política en la Historia Política del Uruguay.
1994 Asume Mario Amestoy con el apoyo de todo el Sector y de la mayoría de los funcionarios del MINTUR; dando pie a expectativas de una gestión profesional, respetuosa de lo bueno antes hecho y de algún modo renovadora. Aunque no lo consiguió, se puede decir que el suyo fue un mandato "único". Fue el único que duró menos de un año, el único encabezado por alguien proveniente del Sector (lo cual poco significó a la hora de los hechos), el único en el que -para un interinato de meses- se sustituyó casi íntegramente los mandos del Ministerio por personal incompetente pero afín; y el único cuyo Subsecretario fue tan minucioso que comprobó personalmente la calidad de los alojamientos del Tacoma.
1995 El Senador Millor, en declaraciones públicas, rechaza la posibilidad de ser designado para dirigir al que catalogó como "...Ministerio fiestero...". Quienes queremos al Turismo no estamos de acuerdo con esa denominación, pero... la libertad es libre y la realidad porfiada. Para dejar claro quién tenía razón, se nombró para el cargo a Don Benito Stern Prac.
2000 Es turno del Dr. Alfonso Varela, secundado por el Dr. Pedro Bordaberry, ambos sin otro contacto anterior con el Turismo que no fuera su ejercicio. Empresario privado, no contaminado con los procedimientos del sector político, se le ocurrió la estupenda idea de hacer un llamado público para ocupar la Dirección Técnica del Ministerio. Por increíble coincidencia y para felicidad de todos (sus amigos y familiares) entre 117 candidatos la elección recayó en un ex compañero suyo del British, afincado en Madrid desde hacía muchísimos años, y desconocido en el medio turístico.
2002 El ascendido, muy entusiasta y emprendedor Dr. Bordaberry trata empeñosamente de aprender (y sobre todo comprender una actividad con la complejidad estructural del Turismo) mientras hace de Ministro. Para ello, seguramente le resultará muy útil contar con el invalorable apoyo del Cr. Acle; cuya nula versación en la temática debe haber sido decisiva a la hora de su designación.
En 1986 no había entre quién optar: ningún candidato a Ministro sabía nada de Turismo. Dieciocho años de inversión en tiempo, errores, aciertos, salarios y capacitación de jerarcas y funcionarios pasaron en vano, ya que no saber de Turismo parece ser condición sine quad non para dirigir el Ministerio.
Y últimamente, con una coherencia digna de mejor empresa, se habla de degradar formalmente al único interlocutor válido del Sector, fusionándolo con algún otro organismo.
Fundido (y paralizado) ya lo tienen. ¿Les vamos a decir "hagan lo que quieran... total, por lo que queda..." ?
Yo no.
Dra. H. Röhn