Señor Director del Portal
Don Sergio Antonio Herrera
Estimado Sergio:
Me alegra muchísimo no sólo el hecho de que mantengas intactas tu voluntad de hacer y tu intransigente defensa de la honestidad y profesionalismo de todo lo que hace al Turismo, sino que el Portal siga vivo; a pesar de la escasa comprensión de su importancia por parte de quienes sólo debieron haberlo apoyado desde el principio, sin esperar ni necesitar de una línea editorial complaciente. Ya sabemos cómo son las cosas y cuánto del cambio prometido hubo y hay.
En lo que parece no haber cambio tampoco es en la falta de memoria. Vengo de leer el artículo de Pedro Pascual, que me apresuro a cumplimentar por su calidad, estilo, lenguaje y concisión. Tengo para mí sin embargo algunas observaciones que quiero compartir contigo, el autor, y los lectores.
Como tal vez algunos recuerden, además de mi cargo como Director de Relaciones Internacionales, desde enero de1992 hasta mi retiro voluntario en1996 tuve a mi cargo las actividades promocionales realizadas en el Exterior por parte del Ministerio de Turismo. Fue así que tuve el placer de dirigir durante un tiempo el staff de Representantes Turísticos y trabajar con la Sra, Marthe Aldunate, que ya en aquel entonces de desempeñaba como tal (en forma excelente, cabe decirlo) en Porto Alegre. En el propio 1992, Uruguay tuvo una presencia en la Feria de Gramado que fuera reconocida y destacada por todos los participantes y también por las propias organizadoras (las increíblemente generosas, simpáticas y eficientes Marta y Silvia). Se señaló entonces la significativa presencia de un mix de empresas tradicionales y muy nuevas, y la organización del stand en formato "workshop", que permitía a los profesionales visitantes recorres con facilidad y en poco tiempo una oferta muy variada. No hay que olvidar que Gramado no es una exposición para público en general, por lo cual es de escaso interés el conocimiento de destinos no articulados en paquetes. Tengo un lindísimo recuerdo de esa participación, y de la fiesta del Feiijao amigo, donde tuve la enorme fortuna de sacarme el premio mayor (una bolsa de 50 kg de porotos, que debí pasear al hombro alrededor de la larga mesa de amigos de toda la región).
Señala Pedro la importante presencia de Intendencias. No tengo claro en qué función en una feria de las características de Gramado, pero celebraré cuando lea que los funcionarios allí destacados se manejaban en perfecto Portugués, tenían citas previamente marcadas con operadores emisivos, llevaron material de buena calidad, en Portugués y pensado para quien está dirigido, concretaron famtours o facilitaron negocios para sus respectivos operadores receptivos de cada localidad.
Al cerrar quisiera señalar otro pequeño olvido que se desliza en el artículo: ya en aquel entonces el Ministerio apoyaba por iniciativa del suscrito la presencia de vinos (se intentó incluso la participación de INAVI y ANCAP por el Cognac) en las operaciones de relaciones públicas (donde se sabe a quién se le da de beber y por qué); y la primera ocasión en que ello sucedió fue con intervención de la propia Sra. Aldunate, en un esfuerzo conjunto realizado por el representante de Bodegas San Juan en Río Grande do Sul y el Ministerio. A partir de enero siguiente, en cada una de las tres oportunidades que Uruguay participó de la Feria de Utrecht (con un stand y la presencia de operadores financiadas por el gobierno holandés), por iniciativa y gestión del Sr. Embajador Juan Andrés Pacheco Ramírez asociamos a la experiencia a un importador de vinos uruguayos en la región, quien ofreció la degustación de sus productos gratuitamente y obtuvo estupendos resultados comerciales.
No trato de firmar paternidad sobre ideas que -por otra parte- ya en aquella época sólo eran novedosas aquí. Por el contrario, dejar establecido que tengo la secreta esperanza de que tantas otras ideas que lanzamos, tantas cosas que construimos por entonces (como el Programa Bianual del que resultó el único Plan de Desarrollo y de Marketing en serio que tuvo alguna vez el Sector; a los que sucesivas capas de incompetencia, incomprensión, pequeñez y olvido interesado han enterrado hasta hoy en el olvido), se confirmen como buenas, y se apliquen para bien de todos.
Sea así o no, va desde aquí mi más sincero deseo del mejor de los éxitos (sin distinción de ubicación en el esquema estatal o comercial, partido o corporación) a todos quienes siguen intentando hacer del Turismo una actividad profesional, con una gestión pública y privada acorde a la trascendencia económica y social que la destacan por lejos como una de las opciones por las que deberá transitar el verdadero Uruguay productivo para ser algo más que un eslogan.
Un abrazo.
Carlos Santo