Siempre se dijo que el actual gobierno no necesitó de una segunda instancia de votación en las últimas elecciones desarrolladas en el país, pues, debido al voto de los uruguayos residentes en el exterior que vinieron especialmente para el día de la elección, el Frente Amplio consiguió superar el 50% de los votos necesarios para ganar las elecciones. Con conocimiento de causa los partidos tradicionales (Nacional y Colorado) nunca fueron muy afines a esta idea. Se estima que serían algunos cientos de miles los uruguayos que andan por el mundo. Suponiendo que por tradición el uruguayo que emigra es pro-frenteamplista, y que por un asunto de nostalgia si se quiere (porque tal vez le importe poco realmente la conducción política del país) y por un tema de identificación con un sentimiento popular (aunque sea a lo lejos), esa diáspora estaría muy consustanciada con esta idea, y si este proyecto se aprueba y el apoyo actual que ha logrado el gobierno en la población se mantiene, no habría grandes dudas acerca de la renovación al frente de los destinos del país en manos del Frente Amplio. Se tratará de un proyecto que los partidos tradicionales deberán afrontar con amargura. Saben que deben ser considerados con quienes han debido afrontar su vida lejos de su tierra (muchos de los cuales responsabilizan a colorados y blancos como causantes del exilio) y por este motivo deberían votarlo, aunque no les caiga simpático
ESTUDIEN VAGOS, ESTUDIEN
Siempre creímos que los uruguayos éramos "cultos". Si bien este concepto implica una compleja gama de factores, la referencia tenía que ver directamente con el nivel de estudio formal al que lográbamos acceder en nuestro país. Nos sentíamos orgullosos de la Educación Pública, universal. Y así es todavía hoy. Uruguay alcanzó casi la universalidad de la educación inicial, en primaria y ciclo básico. Sin embargo, persisten las diferencias de acceso y las calificaciones están muy por debajo del promedio de otros países. El informe "Equidad y Calidad de la Educación Básica uruguaya" realizado por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y Banco Mundial, concluyó que esta situación se agrava en niveles de educación más altos y además las calificaciones de los estudiantes uruguayos están muy por debajo del promedio de los países en evaluaciones internacionales.
No pocas veces hemos escuchado que deberíamos estar agradecidos con la educación que recibimos en Uruguay, por dos motivos fundamentalmente: por el acceso gratuito ( ) y por la calidad. Bueno, ahora parece que los tiempos han cambiado, y no para bien precisamente en esta materia. Quienes recorrimos algunos años en la educación formal de nuestro país (pública y privada) hemos notado que la calidad de la educación, en todos sus aspectos, se ha visto debilitada. Las causas pueden ser varias: menor compromiso de una verdadera generación de docentes con su profesión, remuneraciones miserables, infraestructura decadente, tecnología obsoleta, superpoblación de estudiantes, generaciones de estudiantes que llegan al aula "con otra cabeza" diferente a la de generaciones anteriores, necesidad de trabajar para subsistir dejando el estudio en un segundo plano, etc. Y por supuesto, la cada vez más amplia brecha entre lo público y lo privado. En definitiva, hemos logrado que la inmensa mayoría de uruguayos haya pasado por alguna forma de educación formal, lo que debemos conseguir ahora es que buena parte de esa mayoría reciba la calidad de instrucción que otras generaciones obtuvieron. Habría que atacar las causas que mencionamos más arriba (y otras ): no es fácil, pero seamos valientes para poder afrontarlas y de esa manera no dejar nunca de ser "ilustrados" (Salud, mi General).
NEGOCIE MINISTRO, NEGOCIE
Cuando todo el mundo en Uruguay espera la concreción de algún negocio con Estados Unidos, cuyo presidente se fue "loco de la vida" por la forma en que lo trataron en este paisito durante su última visita, el que toma la iniciativa de fortalecer las relaciones comerciales con nuestro país es Brasil. Por el momento, la visita de Lula, el presidente brasileño, que se realizó unos pocos días antes de la que llevó a cabo Bush, parece haber dejado, en lo concreto, más resultados que la del estadounidense. Por estos días se encuentra en Montevideo el ministro de Desarrollo Industria y Comercio Exterior de Brasil, Luis Fernando Furlán. El ministro brasileño se reúne con el gobierno uruguayo para alcanzar nuevos acuerdos. Furlán llegó con la propuesta de grandes inversiones de su país en Uruguay. Hay perspectivas de inversiones y también de empresas que están interesadas en comprar productos de Uruguay, aseguró Furlán. El ministro brasileño dijo que las principales inversiones estarán en el sector automotriz, el sector textil, infraestructura, etc. Furlán aseguró también que el presidente de la Asociación Brasileña de Supermercados viene a Uruguay para investigar las posibilidades de llevar productos uruguayos a supermercados de Brasil. El ministro dijo que vino a Uruguay a cumplir con lo hablado en Anchorena, esto es: "incrementar, intensificar las relaciones de Uruguay con Brasil y que Uruguay pueda ocupar en Brasil algunos espacios...". La orden de Lula es ofrecer líneas de crédito y financiar las iniciativas bilaterales entre empresas, gobiernos, puentes, carreteras, ferrocarriles, puertos, "lo que sea posible" manifestó Furlán.
Todo parece indicar que el presidente brasileño, Lula, está cumpliendo con aquello de no abandonar a los socios pequeños del Mercosur. Por lo menos con Uruguay así parece ser. Seguramente con menos promoción y menos protocolo (ah, y menos seguridad) la última reunión entre el presidente del más grande y el de uno de los más pequeños del bloque regional comienza a dar sus frutos. Las inversiones y las relaciones comerciales siempre son beneficiosas si se miden de manera global (es de suponer que si algún resultado negativo fuera detectado de antemano, las mismas no se realizarían). De todas maneras, como en casi todas las cosas, y alguna razón tendrán, los industriales uruguayos, en la voz del presidente de la cámara que los agremia, López Balestra, hacen un llamado de atención al gobierno para que no se desequilibre la balanza comercial entre los dos países. Si bien las negociaciones recién se están iniciando, y por lo tanto no sabemos cuáles serán los montos del entendimiento comercial, el solo hecho de que tan importante delegación brasileña llegue a nuestro país, luego de unos pocos días de la visita del presidente Lula, debe ser considerado de la mejor manera por el gobierno uruguayo y por todos los que confiamos en, como dice nuestro presidente, "más y mejor trabajo para los uruguayos". Que así sea. Y a nuestros hermanos brasileños, sepan disculparnos por no haberles tendido la alfombra roja como lo hicimos con los estadounidenes... es que el protocolo no permite el uso de la misma durante los días de lluvia...