que oportunamente nos consultaron.
A ellos se refiere en forma excelente el Lic. Miguel Alemán Valdés (propulsor del turismo mexicano) en su libro Quince Lecciones de Turismo (1964).
Aunque generalmente el tema se refiere a los llamados "front line", o sea la gente que tiene el primer trato con los viajeros y al ciudadano común, no se debe dejar de apuntar a los sectores que, no estando directamente vinculados, toman decisiones que pueden afectarlo o beneficiarlo en diversas formas.
Aunque son muchos los casos a los que nos gustaría referirnos: (Horarios de museos, calendario deportivo predeterminado, cobro de entradas al Palacio Legislativo, mamparas en los taxis para citar algunos) hoy queremos referirnos a las restricciones de luz que se anuncian y que ya de algún modo se aprecian.
Pensamos que algunas arterias principales, Sarandí,18 de Julio, la Rambla y zonas turísticas como el centro de Carrasco, Pocitos , Punta Carretas o adyacencias de los Shopping Centers deberían ser excluidas, si no afectan en gran medida el fin perseguida o eventualmente, suplidas por otras restricciones que no causen el efecto negativo que éstas originarían, volviendo a la ciudad obscura, poco atractiva y aumentando la sensación de inseguridad que las zonas sin iluminación producen.
Algunos edificios como el Solís o el Palacio Legislativo deberían escapar también a la normativa.
Y como sostenemos que "lo que es bueno para el turista es bueno para la población local y viceversa", creemos que estos lugares donde también transita una buena parte de la población (por obligación o por descanso) la misma se beneficiaría por la medida, sin hablar del comercio. por supuesto.
Medidas que de ser posible, seria bueno evitar y/o corregir.