en salones diversos, se acumulan papeles, notebooks, celulares y tazas de café.

El clima es propio de un avanzado due diligence que están realizando los especialistas de PriceWaterhouse, además de directivos y ejecutivos de Merrill Lynch y Deloitte. Todos están afinando el número que presentarán para establecer el valor final de Aerolíneas Argentinas.

Ya con papeles en la mano, la lluvia de rumores de compra-venta se han callado y las conversaciones pasan a tener otras pruebas contundentes de lo que implica administrar Aerolíneas Argentinas, de las necesidades management que se requiere y de la infraestructura financiera con que se debe contar para hacer posible los cientos de vuelos diarios que realizan Austral Líneas Aéreas y Aerolíneas Argentinas en todo el país.

En este marco, se sostiene que el empresario Juan Carlos López Mena estaría revisando su idea inicial de quedarse con el management del Grupo Aerolíneas Argentinas, pero eso no implica que no vaya a controlar una serie de directivos de suma confianza en la línea de control de la compañía una vez que ingrese como accionista.

Una segunda decisión sería no sumar inversionistas adicionales a su persona. Se estuvo barajando desde el Ministerio de Infraestructura y desde la Secretaría de Transporte una larga línea de nombres que, en el fondo, implicaban representes oficiales de la cadena de subsidios que no aportaban capital ni experiencia, pero reclamaban una parte del negocio aerocomercial.

La tercera alternativa es que Juan Carlos López Mena se quede con sólo 18% de Aerolíneas Argentina y el Grupo Marsans mantenga un 52% de la empresa, en tanto que el otro 70% se mantendría en manos del Estado, tal como se acordó.

El rumor, que corre en altas esferas del Grupo Marsans, ya habría llegado a oídos de Julio de Vido, quién habría apoyado la decisión de Juan Carlos López Mena. "Nos alcanza con tener un hombre de confianza dentro de la empresa" dicen que afirmó el ministro.

En el fondo, se trataría de una operación similar a YPF donde el Grupo Repsol vendió menos del 15% de las acciones de la compañía y tiene línea directa con Infraestructura. Sin embargo, hasta ahora, esa línea no ha tenido los frutos que tanto querían los españoles. Quizás, con  Aerolíneas Argentina haya menos cuestiones pendientes de solucionar y más posibilidades de acuerdo.