Comercio de la Aeronáutica, es la misma que tomaron en su momento empresas como LAPA, o AUSTRAL, por nombrar a dos conocidas y cercanas, en cuanto dar prioridad a las ganancias económicas y no a la seguridad.
Durante muchos años, en varios países, así se gestionó también el control de tránsito aéreo, hasta que, lamentablemente por la vía de la respuesta a graves accidentes, eligieron cambiar dicha gestión.
Para muestra, lamentable, el accidente ocurrido en Uberlingen, donde quien gestionaba el tráfico. eligió ahorrar en personal y ganar económicamente.
Nuestro país, es de los pocos en Latinoamérica que mantiene la idea de que el salario de un controlador es un gasto, cuando en todo el mundo, y en casi toda Latinoamérica esto ha cambiado hacia la idea de invertir en salarios.
Es con esa visión, que parece inconcebible que quien representa a los transportistas, y ante la denuncia de falencias en equipamiento relacionado directamente con la seguridad de los vuelos (no solo equipamiento humano, sino radares, frecuencias, etc.) no solo mire hacia un lado, sino que también ataque a quien lo denuncia.
El mismo debería ponerse en la primera línea de defensa de la seguridad, y exigir, en nombre de quienes representa, que se cumplan con todas las recomendaciones de la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional), las cuales es evidente que debería repasar.
No creo que el señor Amestoy, conocedor del tema sobre el que opina, esté de acuerdo con el señor Ministro de Defensa en cuanto a que es más seguro tener 24 operaciones en una hora, que tener 6.
O que es más seguro tener 30 sobrevuelos a la vez, que tener una aeronave cada diez minutos.
Creo que el señor Amestoy debería aclarar estos puntos.
La impresión que dejó con sus cartas y comunicados, creo que no es la adecuada y no refleja la opinión de sus representados.
Sin animo de robarle mas tiempo,
saluda cordialmente,
Jorge Maria Sanchez