relacionado con la música, la danza y el teatro inauguró las obras del nuevo complejo Nelly Goitiño y la sala Héctor Tozar. Una reforma del antiguo auditorio del Sodre que a su vez era una adaptación del cine Odeón. Los trabajos continúan hasta fin de año para mejorar camerinos, butacas, escenario, climatización incorporar equipamiento de audio y otros elementos que lo situarán en un alto nivel.
El gasto de esta institución alcanza los 700 mil dólares y falta aún culminar los trabajos en otro complejo, ubicado a solo cinco cuadras, denominado Adela Reta que aportará tres nuevas salas. Un proyecto que se arrastra en el tiempo, de gobierno en gobierno suplicando fondos para vestirse, equiparse y alhajarse, pero que ha debido dar paso a otras urgencias manifiestas como calmar el hambre y procurar mejor salud para la población. De todas formas, el compromiso está cerrado. Al decir de Jorge Risi, presidente del Sodre, habrá que coordinar con las otras salas dependientes de la Intendencia de Montevideo, las Sala Zitarrosa y el Teatro Solis ubicadas en el entorno de quinientos metros a la redonda.
La proliferación de espacios con mejores condiciones de trabajo potenciará la generación de actividades aunque no la saturación del mercado cultural. La ministra de Educación y Cultura, María Simón dice que no conoce ninguna sociedad que este saturada de cultura. Será una oportunidad para diversificar la oferta y de alguna manera competir por los mejores espectáculos. Risi sostiene que se puede atraer público del resto del país así como elevar la oferta a los turistas que llegan a Montevideo el más visitado de los destinos del país -.
Tanto para el complejo Nelly Goitiño como para las restantes salas capitalinas ya está prevista una muy diversificada oferta cultural que incluye espectáculos de artistas nacionales y extranjeros. A mediano y largo plazo se pretende potenciar la interacción con el sector privado, en la financiación y en la gestión de las propias salas a pesar de ubicarse en la órbita estatal. En Uruguay, todavía no existe legislación que incentive específicamente el mecenazgo aunque el Parlamento estudia un proyecto que podría mejorar la situación. Contar con nuevas salas traerá más luz y brillo a la actividad cultural uruguaya.
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