Te sacudiste, y volviste a revivir. Te transportaste unas décadas atrás buscando inexorablemente volver a vivir un empuje de adrenalina, que necesitabas como todos para sentir que estas vivo, vigente y que puedes divertirte.
Sin duda yo también lo hice y pasé genial, porque soy uruguaya, y por lo tanto nostálgica y por lo tanto retro y porque necesito aferrarme de ese recuerdo vivencial de mi generación, que contribuye a mi identidad.
Y ahora queda el resto del año por andar, compartiendo espacios con otras generaciones
Con las nuevas formas de vivir y de eso se trata.
Sin duda los uruguayos somos nostálgicos, pero acertadamente hemos decidido festejar mas nuestro modo de sentir que la declaración de la independencia
Hace años atrás , en un viaje a Costa Rica, en el mes de septiembre coincidí con las celebraciones patrias.
Costa Rica al igual que el resto de los países de Centro América celebran todos juntos su independencia el
En la víspera pude festejar con ticos, nicas y otros americanos la Noche de las Farolas.
Mucho ron, mucha salsa, mucha juventud, que acompaña con faroles artesanales y hermosas competencias la llegada de la Antorcha, que parte de Guatemala y recorriendo todos los países centroamericanos arriba en su tramo final a Costa Rica.
Sin duda una experiencia inolvidable. Luego de ese derroche de ron y sones caribeños, al otro día asistí con las pocas fuerzas que me quedaban al desfile.
La ciudad engalanada con símbolos patrios y flores y con la presencia de todos los escolares y jóvenes, y sin ningún rastro de lo vivido la noche anterior, festeja la Independencia.
Visitamos una escuela donde pude ver como los niños con su carita expectante esperaban la Antorcha, que es portada por los mejores corredores centroamericanos, sin duda esperando algún día poder llevarla ellos mismos, como signo de independencia y libertad.
Independientemente de las diferencias de ideologías y algunas rivalidades propias con otros países hermanos, que tampoco nos es ajena a nosotros, percibí una sensación de integración importante.
En esas fechas todo parece coincidir, todo parece ser inclusivo, desde adentro y hacia fuera. Adultos, jóvenes, niños, países y región.
Ese viaje y esa experiencia calaron profundo en mí, aún recuerdo aquella salida, y desde el restorán en el cerro, ver la ciudad iluminada con las farolas.
Hoy puedo sentir que la historia compartida hace a la cultura de los pueblos, quienes celebran siempre la independencia como expresión máxima de la libertad.
En nuestra noche de la nostalgia estoy segura que los uruguayos además de bolichear, y a través de la música de los 60,70 y 80, recordamos esa época donde a través de la música se expresaba todo lo reprimido, y que contribuyó a no perder tan prontamente los valores libertarios y pacificadores.
Es una forma diferente , puede compartirse o no esta celebración, pero a mi me parece muy nuestra, identificatoria de un modo de ser uruguayo y sin duda cada vez más inclusiva de otros ciudadanos de países hermanos que nos visitan para celebrar con nosotros, este rasgo, que hace a la cultura.
Y ahora el encare para el resto del año, no solo esperando otra noche de la nostalgia, sino tratando de que su recuerdo renovado, nos permita hacer nuestros días más fáciles y no suponiendo que todo tiempo pasado fue mejor.