por la Dra. Cristina Casciano Maciel
En estas fechas de Ros-Hash-Aná mi saludo, a la comunidad judía en
Uruguay y a todos los lectores del Portal que pertenecientes a la
nación judía residen en Israel y en otros países, por el comienzo de
este nuevo año 5769
Para aquellos que tuvimos el privilegio de visitar Israel, siempre nos queda el recuerdo, de la hospitalidad de su gente, de sus bellezas naturales, del azul del Mediterráneo, del profundo azul en Galilea, del verde del Río Jordan, y de la visitas a lugares históricos, y sagrados.
En mi caso, de credo católico, no olvido jamás la tarde sentados en Dalmanutá y Getsemani (Monte de los Olivos) o el arribo y la recorrida al Santo Sepulcro.
Esa Capital atrapante y fascinante Jerusalem, lugar donde confluyen sitios sagrados, para judíos, católicos y musulmanes.
Tel Aviv fue capital del Estado de Israel hasta el año 1950. Desde allí y hasta el presente Jerusalem es la capital del Estado.
Y se ve majestuosa. Desde el arribo en una colina, saludamos la entrada en Jerusalem con el rito sagrado judío de compartir el pan y la sal, como símbolo de vida.
Este recuerdo me trae a la memoria sus olores, sus colores, algunos niños y mujeres en asnos, las cúpulas , sus callecitas empedradas..
Allí, guiados por nuestro maestro Yohoshua, visitamos el Muro, vestigio del último Templo. Allí aprendí a no decir nunca más Muro de los Lamentos, sino Muro de las Salutaciones En efecto, el Muro es lo único que queda del Gran Templo luego de su destrucción por Tito .. Según algunos historiadores, los romanos dejaron el Muro como símbolo de la derrota de Judea, y de allí la expresión muro de los Lamentos.
Nuestro maestro, ,nos enseñó que por el contrario allí no se va a llorar ni a lamentarse sino a expresar su unión con Dios. A saludarlo y a venerarlo, él nos enseñó que de acuerdo a la tradición el Templo nunca iba a ser destruído totalmente, y la existencia del Muro significa la Alianza eterna entre el pueblo judío y Jehová.
Allí peregrinan judíos de todos lados del mundo, y pude observar desde el lado reservado a las mujeres la veneración de los hombres con 5 movimientos de su cuerpo, que acompañan su oración.
Y por supuesto coloqué decenas de papeles llevados desde Uruguay, entre las aberturas de piedra y piedra con recados de pedidos, según nuestra propia tradición de turista.
Jerusalem es más que una ciudad, es la expresión religiosa y cultural máxima de millones de personas.
No puedo referirme a Jerusalem sin mencionar la Mezquita de la Roca con su domo dorado. En ese lugar, según la mayoría de los historiadores, se encuentra la Roca donde Abraham , padre de judíos y árabes coloca a Isaac para el sacrificio que no llega a consumar y allí también según el Islam el Profeta inició el mijray (ascensión o viaje nocturno) hasta el trono de Alá.
Este lugar es santo para unos y otros y lugar de peregrinaje de los musulmanes Hasta cuando yo fui les estaba prohibido a los judíos visitar este lugar sagrado.
Sin entrar en consideraciones políticas, que lamentablemente son siempre necesarias cuando uno habla de Medio Oriente, siento que Israel que es la Palestina, pues se asienta en el lugar geográfico indicado en la Biblia con ese nombre, fue de todos mis viajes el que más me enseñó.
Diría que ninguna persona en este mundo debería dejar de visitarlo.
Ese lugar me permitió desde el respeto hacia otras religiones y culturas, y con el respeto de ellas hacia mi credo, interiorizarme en la religión judía, en sus ritos, en sus cánticos, en sus celebraciones. Recuerdo mi primer sabath en Haifa.
Ese pueblo que ha sufrido y sabido de guerras desde sus inicios, nos sorprende con su amor a la vida. Me enseñó a levantar la copa con vino dulce y a brindar diciendo Lejaim!! Por la Vida!
Me enseñaron el verdadero significado del teshubá que pueden hacer los judíos desde el Ros-Hash Aná y que queda sellado el Día de Yon Kipur, y que es mucho más que un arrepentimiento de las malas acciones, creo que no tiene traducción exacta al español, es la oportunidad de una constricción que permita una nueva oportunidad de volver a vivir salvo.
Aprendí que la Paz sea contigo con el cual nos saludamos en la misa, es el Shalom malegen, con el cual se saludan los judíos y que hasta ese momento yo solo conocía como estribillo de una canción.
Aprendí que mi fé cristiana es inconmovible, pero no me hace juzgar a los que creen en Jehová y aún esperan el Profeta.
Conocí gente sencilla que compartió conmigo su casa y su pan, recordando y agradeciendo que Uruguay fue el primer voto que recibieron de la comunidad Internacional para la creación del Estado de Israel en 1948.
La relación entre ambos Estados se ha mantenido y afianzado durante estos 60 años, y hecho demostrativo ha sido la visita reciente de nuestro Presidente al Estado de Israel.
Por todo lo que viví y aprendí en Israel, les deseo a toda la comunidad SHANA TOVÁ, y que sean todos inscriptos en el Libro de la Vida.