Cualquiera de nosotros que haya trabajado en turismo, reitero: TRABAJADO, tiene grabado a fuego que lo que en gran parte define la satisfacción del cliente es el transporte. La calidad, la limpieza, la profesionalidad, la puntualidad, la seguridad, son todos atributos que cualquier servicio de traslado de un lugar a otro debe cumplir sin excepción para garantizar un servicio de calidad aceptable.
Argentina tiene varios récords en cuanto a incumplimientos se refiere, pero ahora se suma el record en incumplimientos de servicios de traslado a turistas. Los vuelos operan demorados desde hace muchos años, a veces por huelgas, por piquetes, por quiebras, por radares, por niebla o por hobby, el tema es que el maltrato e incumplimiento hacia el pasajero es moneda corriente y desde hace mucho tiempo.
¿Es posible explicar porqué en años no se ha resuelto esto? Si alguien tiene una explicación estaremos eternamente agradecido de que nos la envíen. Solo se nos ocurre articular 2 hipótesis:
La primera es que a nadie le interesa esto y mientras nos auto-elogiamos por la cantidad de turistas, no nos preocupa en lo mas mínimo este parámetro (el cumplimiento) pues no mide en ningún medio.
La segunda hipótesis es que a alguien, efectivamente, le interesa y entonces la conclusión es que existe una gran incapacidad para resolver el problema. En cualquiera de los dos casos, el resultado es el mismo: Argentina está haciendo un papelón mayúsculo pues los pasajeros, los turoperadores, las agencias minoristas, los periodistas, y todos aquellos a quienes debemos venderles nuestro país, saben y por profesionales, que finalmente estamos batiendo otro record: El del incumplimiento.
Solo hay que estar en este negocio para saber lo que se siente al sentarse frente a un cliente extranjero y recibir en algunos casos las quejas y en la mayoría la burla bien ganada por cierto, en relación a la incertidumbre y a los grotescos acontecimientos que tienen que enfrentar los clientes.
No ingresamos en el terreno del perjuicio económico que deben enfrentar las Empresas de Turismo debido a esta causa, pues todos los lectores de este artículo seguramente las han sufrido o las pueden imaginar.Dejamos para otra edición la alucinante experiencia que vive el pasajero que una vez sorteado Ezeiza o Aeroparque llego al hotel y pretende transportarse dentro del país o de la ciudad.