en el aeropuerto de Congonhas provocara la muerte de 200 personas.
Las autoridades brasileñas decidieron prohibir la venta de pasajes aéreos desde y hacia el aeropuerto paulistano de Congonhas, una semana después del accidente está aún marcado por el caos y los atrasos.
El Gobierno de Lula ha ofrecido aviones de la Fuerza Aérea para evacuar pasajeros. La idea es darle prioridad a los pasajeros que ya han comprado pasajes, según el presidente de la Anac, Milton Zuanazzi. La Agencia puede poner los aviones militares para atender los pasajeros que no lograron embarcar ayer y hoy, afirmó en una rueda de prensa.
Caos de tráfico
Más de la mitad de los vuelos en Brasil sufrieron el martes retrasos o cancelaciones por tercer día consecutivo mientras se ahondaba la crisis aérea del país tras un letal accidente la semana pasada y un importante fallo en los radares.
La autoridad aeroportuaria de Brasil, Infraero, dijo que 590 vuelos sufrieron retrasos en el país y 298 más fueron cancelados durante la noche, indignando aún más a los viajeros que ya han sido sometidos a continuas alteraciones en los últimos diez meses.
"Llevo intentando llegar a casa una semana", dijo a gritos Graca Ribeiro, ingeniera de la ciudad amazónica de Belem, mientras esperaba en el aeropuerto internacional de Río de Janeiro. "No he podido ir a trabajar y he tenido que pagar un hotel de mi propio bolsillo".
El caos elevó la tensión en aeropuertos de todo el país. En Río, los pasajeros protestaron por los retrasos poniéndose narices rojas de payaso. En la ciudad nororiental de Fortaleza, un grupo de airados pasajeros irrumpió en la pista y ocupó un avión hasta ser evacuados por la policía, informó la radio local.
Gol Linhas Aereas, la segunda aerolínea del país, respondió a la confusión el martes instando a los pasajeros a posponer los planes de viaje hasta el próximo lunes, cuando desvelará una nueva red de rutas.
La mayoría de los retrasos y las cancelaciones se registraron en la capital empresarial Sao Paulo, donde lluvias torrenciales el lunes y una espesa niebla el martes obligaron a las autoridades a cerrar el aeropuerto de Congonhas durante unas horas, provocando un efecto en cadena en otros aeropuertos.
La investigación
La velocidad del avión de la aerolínea brasileña TAM que sufrió un accidente que le costó la vida a 200 personas era de 175 kilómetros por hora cuando chocó contra un galpón de la misma empresa, aseguró el jefe del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (Cenipa), brigadier Jorge Kersul Filho, lo que indica que el avión "tocó pista a la velocidad correcta". Y aunque no ha especificado a qué velocidad tocó la pista, afirmó que impactó contra el galpón a 175 kilómetros por hora.
También aseguró que el avión tocó suelo en el "lugar correcto", aunque el aparato "no desaceleró lo suficiente". Kersul Filho agregó que esa última observación aún no permitía determinar si la falta de desaceleración se produjo por defectos en la pista principal de Congonhas, o por un fallo en un sistema auxiliar de frenado que posee el Airbus A-320.
Kersul Filho también afirmó que solo se podrá llegar a conclusiones sobre las causas del accidente una vez que se conozca el contenido de las dos cajas negras del avión, que están siendo examinadas por expertos de la Junta Nacional para la Seguridad en el Transporte (NTSB, siglas en inglés) de Estados Unidos, en su sede de Washington. Esas informaciones serán entregadas a las autoridades brasileñas en los próximos días y permanecerán bajo el más estricto secreto judicial, al menos hasta que el Gobierno decida difundirlas.
Fuente: adnmundo.com