Y es que después de una reunión de Berlusconi con el presidente ruso Vladimir Putin en Cerdeña el pasado viernes, este último admitía que estaba dispuesto a retomar los contactos entre la compañía rusa Aeroflot y Alitalia, en el marco del proceso de privatización de la aerolínea de bandera italiana.
Putin ha asegurado que ya ha mantenido conversaciones con el presidente de Aeroflot, Valeri Ókulov, quien ha mostrado su disposición a retomar los contactos con Alitalia, toda vez que ha asegurado que el resultado dependerá de las negociaciones entre ambas empresas.
Por su parte, Berlusconi quiere que la aerolínea que posee el Estado italiano en un 49,9 por ciento juegue en condiciones de igualdad. El futuro primer ministro, que repetirá cargo por tercera vez, ha indicado que podría haber una mesa en la que se sentasen Aeroflot y Alitalia para ver si se puede ir en la dirección de reforzar la colaboración de ambas compañías. Eso sí, siempre mediante un acuerdo de igualdad que pueda dar vida a un grupo de gran prestigio, según recoge cincodias.com.
Ya en diciembre de 2006, la compañía estatal rusa manifestó su interés por participar en Alitalia, aunque finalmente se retiró.
Por otro lado, diferentes bancos italianos están dispuestos, con el apoyo del gobierno saliente y la mayoría de centro-derecha entrante, a invertir entre 1.100 y 2.000 millones de euros a condición de contar con el apoyo de los sindicatos de la aerolínea.
Asimismo, Berlusconi mantiene contactos con otras aerolíneas y negocia créditos con bancos sin dejar de lado la oferta de Air France-KLM que ha marcado los últimos meses de Alitalia. El futuro primer ministro de Italia, que anteriormente se había mostrado en contra de la operación de compra por parte del grupo franco-holandés, ahora sólo exige una importancia equitativa al acuerdo.
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