Se acabaron los momentos de incomunicación en el aire. Las aerolíneas se preparan para abrir las puertas de sus aviones a la telefonía móvil. El mes pasado la compañía Emirates, con base en Dubai, instaló una nueva tecnología para permitir las llamadas a bordo de uno de sus Boeing 777 y en los próximos días ofrecerá el servicio en una ruta intercontinental.
Para finales de año, Air France, KLM, Qantas y Ryanair esperan hacer lo mismo. Para ello, incorporarán en su flota un nuevo método de comunicación por satélite que resolverán los obstáculos que motivan el veto de los móviles en el avión hoy en día.
Cuando se vuela muy alto no hay cobertura. Las antenas de telefonía móvil están en tierra, muy lejos para captar la señal que el aparato lanza desde el cielo. A medida que el celular se aleja de la antena, transmite la señal con más potencia. Si este aumento de potencia se multiplica por todos los pasajeros, la frecuencia de radio emitida es tan alta que puede causar interferencias en los aparatos de a bordo, explica Ramón Agustí, catedrático de Telecomunicaciones de la Universitat Politécnica de Catalunya.
Aunque no envíe ni reciba llamadas o mensajes, el móvil transmite su señal para avisar que está disponible, por eso es necesario desconectarlo durante el vuelo. El viaje en avión se convierte de esta manera en el momento de relajarse para algunos pasajeros. Las llamadas inoportunas se quedan en tierra y no hay que oír las conversaciones del vecino de asiento, como ocurre en diferentes medios de transporte. Pero para otros ese paréntesis no es más que un período de aislamiento impuesto y necesitan estar siempre en comunicación.
La conexión con Internet tendrá que esperar más
Por ahora, la conexión con Internet mediante el ordenador portátil o el teléfono móvil en los aviones tendrá que esperar más. La tecnología necesaria para permitir el acceso a la red es similar a la que se utiliza en el caso de los móviles, pero el ancho de banda ha de ser mucho más elevado para navegar por Internet. Las empresas de telecomunicaciones ofrecen diferentes versiones del dispositivo para usar el móvil en el avión.
Algunas de ellas cuentan con mayor ancho de banda y permiten enviar correos electrónicos a través del móvil. En cambio, la velocidad de transmisión de datos no es lo suficientemente alta como para poder visitar páginas web.
Tecnología
Empresas como OnAir o Aero-Mobile, proponen colocar un aparato en el avión que capte la señal y la envíe a un satélite utilizando el sistema de transmisión del avión. El satélite rebota esa señal a las antenas de telefonía de tierra y comienza el recorrido para llegar al teléfono al que se está llamando. Desde el punto de vista tecnológico, ofrecer este servicio no es ningún problema. Lo complicado está en los protocolos de procedimiento, añade Agustí.
Emirates -que trabaja con AeroMobile- obtuvo a finales del 2006 la aprobación de los reguladores de telecomunicaciones y seguridad aérea de 25 países de Europa, Oriente Medio y Asia para asegurar que sus pasajeros podrán utilizar el teléfono móvil. Las demás compañías interesadas están terminando los trámites para conseguir los permisos.
Sin embargo, los avances tecnológicos no han podido saltar todos los obstáculos y el servicio se pone en marcha con algunas limitaciones. El celular sólo se puede conectar en altitudes superiores a los 3 mil metros para evitar que el teléfono intente conectar con las antenas terrestres y produzca interferencias en los sistemas de comunicación del avión. Además, sólo podrán llamar un máximo de seis pasajeros a la vez y si en un determinado momento hay más personas que deseen hablar por el móvil tendrán que esperar su turno. Para enviar o recibir mensajes no existen limitaciones.
Para utilizar el servicio, el aparato celular, debe funcionar con un estándar GSM y tener contratada la opción de llamadas en itinerancia. OnAir y Aeromobile han señalado que las llamadas que se realicen desde el avión tendrán un precio similar a las llamadas intercontinentales entre mil y dos mil pesos, dependiendo del operador-, costo que se cargaría en la factura de teléfono del usuario.
Según un estudio que OnAir publicó en septiembre, un 80% de sus pasajeros vería muy positivo poder llamar con el móvil desde el avión.
© La Vanguardia
The New York Times Syndicate
Fuente: La Nación