mvdmausoleoslider-intro-1920-400
mausoleo-slider-intro-1920x400
pocitosslider-intro-1920-400
solis-slider-intro-1920x400
Lunes, 21 Mayo 2007 19:15

ZONA OPINIÓN - AQUELLAS COPAS

 Ambos equipos están disputando los cuartos de final de dicho torneo y, la expectativa es grande, pues, la realidad deportiva indica que no están muy lejos de colocarse entre los cuatro mejores equipos del continente. Y esto es así, a pesar de que el nivel de los equipos uruguayos a nivel local, como en el internacional, sea considerado de los más pobres de América. De aquí se desprende entonces, el empobrecido nivel en el que ha caído el fútbol de nuestros países. Una vez más hemos logrado emparejar la forma de juego de equipos considerados grandes en nuestro continente, pero para abajo.

La mediocridad que el torneo más importante de América en materia de clubes ha presentado en la presente edición, les ha permitido a los equipos uruguayos, con jugadores jóvenes y sin grandes figuras, pero mostrando un juego de mayor calidad al que presentan en cada fecha del torneo local, la posibilidad de estar en los comentarios de la prensa más destacada del ámbito deportivo continental. Hace algunos años que esto no sucedía. La historia de la Libertadores tiene a Peñarol y a Nacional como grandes protagonistas de sus mejores tiempos; por ese motivo no es sorpresa, que a pesar de que hace un buen tiempo no figura entre los más destacados de la región, el equipo tricolor haya llegado hasta estas instancias de definición. Lo que sí sorprende, ya que no estaba inicialmente en los planes de nadie, es la actuación de Defensor (el último gran desempeño de un equipo "chico" en Copa Libertadores estuvo a cargo del Danubio del '89). Ambos equipos, con cualidades diferentes, Nacional con la fuerza de su tradición, Defensor con la picardía de su juventud, han logrado que los aficionados al fútbol uruguayo, al menos por algún instante, se desprendan de la chatura a la que estaban acostumbrados desde hace años.

 Esta semana sabremos si el campeonato más prestigioso que se disputa por estas tierras contará con presencia de equipos uruguayos en las instancias más importantes de su definición. Si así fuera, se trataría de un premio demasiado grande para un fútbol que hace muchos años no se merece estar en este tipo de definiciones. De todas maneras, respetamos el trabajo individual de cada uno de los jugadores, de los técnicos, de los colaboradores en general de cada uno de los planteles y, de los dirigentes, más allá de lo que creemos puede tratarse de una buena combinación de suerte, casualidad, esfuerzo y dedicación. Seremos de los primeros en alegrarnos cuando los equipos uruguayos (hagamos fuerza por los 2) confirmen la clasificación a las semifinales de la Libertadores, pero somos conscientes, de que si esto sucede tendrá una explicación basada principalmente en la pésima calidad de equipos grandes que han hecho la mejor historia del continente futbolístico, pero que en estos tiempos muestran un nivel de juego muy por debajo al que ofrecieron sus antecesores en las décadas del 60 al 90. Hubiera sido mejor que nuestro fútbol los hubiera alcanzado por haber dado sus propios pasos hacia delante, pero bueno, así están las cosas. Y como la copa va a ser entregada al campeón, sin importar la forma de su obtención, está bien que los uruguayos sigamos pendientes de Nacional y de Defensor. Ya no son las mismas copas, pero que nos sirvan una cada tanto no nos vendría mal