JA Pero Ruben, para organizar excursiones, ¿ no se precisa un permiso ?
RGC Si claro, mientras lo organizo, lo voy tramitando ante la asociación de viajes
Palabras más, palabras menos, ese diálogo tuvo lugar en Patio Biarritz hace unos cuantos meses, cuando Ruben González Cordero, la persona que había alquilado para días y horarios determinados, la planta alta del Patio Biarritz para organizar allí. cursos de idiomas, bajó al salón principal de este espacio cultural para "comunicarle" la novedad a Jorge Artola, el dueño de casa.
Y el primer viaje salió; fue en Semana Santa pasada, el destino fue Brasil y todos los pasajeros retornaron felices a Montevideo, con sus respectivas fotografías, videos y correspondientes souvenirs. No extrañó a nadie entonces, que González Cordero comenzara a organizar un viaje al Nordeste brasileño que debería haber salido en estos días.
La información no es del todo precisa pero, se estima que cerca de un centenar de personas se inscribieron para el viaje. El precio era de $ 8.900 pesos uruguayos y cada pasajero, además, debía abonar un tramo aéreo interno en Brasil.
El Patio Biarritz, es uno de esos lugares únicos en Montevideo; basta traspasar la puerta de entrada para respirar cultura y buena onda. Se puede decir que la planta baja es una gran librería donde se mezclan los ejemplares usados con los nuevos en un elegante desorden y la figura desgarbada y de nítido aspecto intelectual de Artola, sobresale.
PDU Hola, soy del Portal del Uruguay, estoy investigando el caso de la estafa. Anoche estuve en Jefatura , me informaron el nombre del protagonista y me sugirieron que hablase con ustedes..
JA Enseguida estoy contigo (mientras terminaba de atender a un cliente que dejaba un libro, llevaba otro y pagaba la diferencia), ¿ Un café, un refresco, un chocolate?
Y el torbellino de palabras comenzó a salir a través de la voz de un Artola que continúa reponiéndose del mal trago y sigue derivando clientes a Delitos Económicos de la Jefatura de Policía de Montevideo.
" Un buen día se apareció este hombre; buena presencia treinta y pocos años, a plantearme su idea de un taller de idiomas. En este lugar, gente como Rafael Courtoisie y Carlos Rehermann, entre otras destacadas figuras nacionales, hacen Talleres Literarios; Ana María Sciandro sobre Historia del Arte; Marcel Keroglian y Pitufo Lombardo tienen su Taller de Murga y además, hay espacios de Gimnasia Mental y Clubes de Ingenio; de Astronomía; de Cerámica, Dibujo y Pintura; de Música y por ejemplo, el Dr. Milton Maza Bruno, a su costo y por su cuenta, hace un Café Filosófico que siempre, cada vez que termina uno, los concurrentes vienen a comentar y agradecerme, la posibilidad de haber disfrutado de una experiencia tan notable. En ese marco y con la dinámica propia del lugar, no fue tan difícil para este hombre, convencernos de alquilarle su lugar, su horario y sus días, para talleres de idiomas, que tenían consonancia con el centro y era un rubro no explotado. Todo funcionó sin ningún problema; contrató docentes de primera línea, la gente estaba muy conforme, hasta hace unos días que fue cuando comenzaron las dudas acerca de la existencia de reservas y del viaje en si. Cuando comienza a pasar esto, González estaba en Brasil. Pero regresó y atendió a los más nerviosos; inclusive, a varios, que así se lo exigieron, les devolvió la totalidad del importe que habían pagado".
PDU Pero, ¿ cómo funcionaba? ¿ era empresa? ¿ qué recibos daba?
JA Esa es otra historia. Cuando en una de las reuniones de los damnificados, aquí, en planta alta, aparece la noticia que tres de ellos, tenían facturas de Patio Biarritz, entregadas por Ruben González Cordero creí que era una pesadilla lo que estaba viviendo.
Artola atiende el teléfono, cuelga, asesora a un adolescente que buscaba un texto imprescindible para un trabajo curricular; da el vuelto a un empleado que le acerca un pago, introduce una ficha en la máquina y retoma el diálogo saboreando un espumoso capuchino.
"Mirá que sus clientes, los alumnos del taller, no son ningunos infradotados. La mayoría es gente de la zona, hay unos cuantos profesionales, es más, la escribana que tiene su estudio aquí mismo también se anotó para el viaje, al igual que una compañera de aquí, de la librería.Te doy otro detalle, hace un tiempo atrás, yo mismo atendí una llamada del Ministerio de Turismo para él; no sé si lo llamaban para agradecerle una invitación que él les había hecho o algo así. Él siempre daba recibos comerciales de esos simples que comprás en las papelerías pero, en una de las reuniones del grupo, cuando ya la cosa se había puesto espesa, surge que había entregado tres facturas mías. Lo encaré de bastante mala manera y con una clase propia de un gentleman y totalmente seguro de sí, me dijo " ¿ Pero cómo Jorge, no te avisé que te había usado tres facturas...?, no te preocupes, en este mismo momento redactamos un documento en que deslindamos tu responsabilidad y yo me hago cargo de la utilización sin aviso previo de tus facturas..." Las facturas en cuestión, me las robó de un depósito que hay en este mismo local y el documento, fue lo primero que presenté a la policía cuando se hizo la denuncia. Se estima en aproximadamente cien personas las damnificadas pero, hay detalles que no se han revelado. Además de devolverles el importe a varias personas, gran parte del dinero cobrado estaba depositado en una cuenta bancaria a nombre de su madre, y ahora ese dinero está a disposición de la justicia por lo que deducimos que se habrá de reintegrar buena parte de lo cobrado. Esto que te digo, más el hecho que González, cuando estalla el caso aquí, estando en Brasil, igualmente decide regresar y como ya dije, efectúa algunas devoluciones, hace todo mucho más confuso y de alguna manera nos lleva a dudar que se trate de una estafa premeditada. Supongo que de alguna manera, como se dice vulgarmente, "se abatató" y la situación se le fue de las manos. No conozco las causas, tal vez no tenía las reservas confirmadas, tal vez el precio cobrado no cubría los costos".
Y los tiempos de Ruben González Cordero, como empresario turístico, lamentablemente para sus intereses, terminaron en procesamiento con prisión.
Es una historia muy singular pero, una historia más de alguien que se deslumbra con el negocio turístico e ingresa por la ventana sin sospechar que esta actividad, a la corta o a la larga, es la tumba de los cracks. De las reflexiones de Artola y los datos aportados, se desprende claramente que la idea original de este muchacho no habría sido la de terminar llevando a cabo un fraude. Por lo sabido, González sería, más que un delincuente, el típico "chanta" rioplatense (*), se le presentó la posibilidad de organizar un viaje y, como buen chanta, no se le ocurrió derivarlo a una agencia y lo encaró él. Para colmo de males, su primera experiencia fue exitosa. Observando desde afuera la cosa, el caso de este viaje fracasado al Nordeste, tendría, para nosotros, la explicación por el lado que el precio cobrado no cubriría los costos y además, cosa que les pasa hasta a los profesionales de verdad, podría haber tenido complicaciones con los cupos hoteleros y/o aéreos y no supo como resolverlos.
Hace pocos días, escribíamos que los verdaderos profesionales del turismo hacía mucho tiempo que no creaban productos. Por lo que sabemos, una importante empresa de plaza, al tomar conocimiento del sistema ( taller de idioma-simpatía-carisma-viaje) lo habría incorporado a su cartelera de opciones...
(*)"Persona que presume de tener algo, especialmente, una capacidad, un conocimiento, un poder, que en realidad no tiene".