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Lunes, 09 Abril 2007 20:52

ZONA TURISMO - Propinas: un dilema para los viajeros

Escribe: Menta,
desde: Venezuela
para Viajeros.com  

 
Cualquiera sea el viaje que iniciemos, siempre habrá lugares o momentos en los que la cuestión de la propina se hará presente. ¿Será bien vista? ¿Obligatoria? ¿Una ofensa? En esta nota te ofrecemos una guía básica de usos y costumbres para que cuando llegue el gran dilema de la propina, estés preparado y sepas qué hacer.
  

La propina no es otra cosa que un fenómeno cultural. De esta manera, es lógico que dependa de cada cultura y destino adonde viajemos. En algunos casos, los diferentes países han establecido qué porcentaje de lo consumido se debe dejar como propina. En otros, la propina está lejos de ser bienvenida y supone una ofensa para la otra persona. Entonces ¿La damos o no?

Aunque en muchos lugares existe algo así como una convención entre el empleado y el consumidor: "se asume" que el consumidor dejará un dinero extra para el empleado. Pero el hecho de que no ser obligatoria, hace que la propina quede sólo a criterio del cliente del lugar. Para evitar que los clientes se olviden de la propinas, muchos restaurantes en distintas partes del mundo incluyen la propina en la cuenta, pero no son la mayoría. En esos casos, aparece detallado en la cuenta el importe destinado a la propina: basta con darle una ojeada a la cuenta para saber si ya se está pagando por ese servicio. Por supuesto, quedará también a su criterio la posibilidad de aumentarla en el caso de desearlo. Claro que no será lo mismo el parámetro ni el criterio en cuanto a la propina para un viajero de lujo que para un mochilero.


Formas y casos

Cuando cualquiera de nosotros planea un realizar viaje, ya sea de vacaciones o una de esas salidas que no tienen fecha de regreso, siempre se hace presente el tema del dinero disponible. Así, aquellos que suelen viajar ajustados de recursos, tomarán como una sorpresa el gasto extra de una propina que no creían que se incluia en la cuenta. Así, muchos viajeros toman por seguro que la propina es opcional y se pueden encontrar con situaciones no muy agradables en países donde esa propina en obligatoria.

También pasa lo contrario: hay personas que escogen realizar viajes de lujo, en hoteles cinco estrellas, con paseos de compras incluidos y cenas en los mejores restaurantes del lugar. Estas personas, que están acostumbradas a dar propinas como si fuera algo habitual, quedarían muy desorientados en países como Japón, donde dar propinas es signo de mala educación.


Según los países

Hay varios países que normalizaron reglas tácitas sobre las propinas, otros se siguen basando en las costumbres tradicionales. Lo cierto es que cuando se trata de propinas, cada destino en diferente:

Reino Unido
En sus restaurantes y pubs es norma dejar entre un 10% y un 15% del valor de la cuenta. Aunque no es obligatorio, no dejar propina puede implicar discusiones poco agradables para el viajero.
 
Estados Unidos
Aquí los "tips" (propinas) son una costumbre arraigada, y es normal dejar entre un 10% y un 15% de la cuenta en los restaurantes, porque los salarios son bajos y los camareros viven, sobre todo, de las propinas. En lugares como California y Florida la propina se incluye directamente en la cuenta, superando incluso a veces el valor de lo consumido, por lo que siempre es recomendable averiguar si el "tip" está incluido en la cuenta antes de consumir.

Europa
En la mayoría de los restaurantes europeos la propina es un gesto de cortesía que se da como agradecimiento por un buen servicio, pero en ningún caso es una obligación. Sin embargo, los camareros esperan que se “redondee” el importe final de la cuenta para sacar de allí su propina. Esto significa que si la cuenta es de 74 dólares y pagas con 80, se espera que no reclames el vuelto. Aunque en gran parte del territorio europeo, las propinas son casi exclusivas de hoteles y restaurantes, en Hungría, por ejemplo, hasta los médicos y los dentistas esperan que sus pacientes paguen el servicio y además dejen propina. En Praga, Budapest y Viena invariablemente se debe dejar propina por el servicio de guardarropas en teatros y hoteles, y en Grecia, por ley, la cuenta incluye un 15 por ciento de propina, pero si la prestación es buena, se espera que el paseante deje entre un 5 y 10 por ciento más.

África y Arabia
Aquí hubo un cambio en las costumbres ancestrales: el "bakshish" –equivalente a la propina en países africanos y asiáticos de tradición musulmana–, se trataba de un regalo en señal de bienvenida y hospitalidad, pero con el tiempo esta costumbre fue asimilada como propina, tal cual la conocemos en occidente.

Cuba
Según la ley en Cuba, dejar propina es un "insulto", sin embargo son varios los camareros y maleteros que –según dice la disposición– prefieren ser “insultados” por su buena labor mediante la propina.
 
México
Generalmente las propinas llegan al 15% del valor en restaurantes, antros y pubs. También se acostumbra darles una propina a las personas que atienden en las estaciones de servicio de gasolina si el personal revisa el aceite, el agua o si se limpia el parabrisas. En los hoteles también suele apreciarse las propinas.


América del Sur
Por lo general, en todo el territorio de América del Sur se acostumbra a dejar un 10 por ciento de propina o más como un signo de agradecimiento. Tanto en restaurantes como en hoteles, estaciones de servicio y peluquerías, es muy común dejar una atención. Sin embargo, no es habitual dar propinas en medios de transporte, a profesionales o guías.


India
Aquí los hoteles cargan un 10 por ciento en calidad de servicios, pero mucamas y botones esperan, sonrientes, una gratificación extra. Lo mismo sucede con camareros y taxistas.


Japón e Indonesia
En estos países con normas y costumbres estrictas, dejar propinas es visto como un signo de mala educación. 
 
China
Aunque oficialmente está prohibido por ley, en los hoteles las aceptan con normalidad, así como los guías o los conductores de autobuses en trayectos largos suelen esperar una propina si su servicio fue bueno.


Singapur, Malasia y Tailandia
Las costumbres ancestrales dictan que es de mala educación dar propinas, pero ante la constante apertura al turismo que viene de occidente las costumbres están cambiando de a poco y cada vez son más los que esperan propinas por sus servicios. Si duda entre dar o no, no se preocupe que de seguro el maletero o camarero sabrá darle a entender su opinión.


Puntos de vista

Distintos pensamientos se han planteado alrededor de la posibilidad de dar propinas o no. Hay quienes sostienen que el hecho de dejar propinas es un estímulo y una ayuda a la economía del trabajador y que esto la convierte en algo obligatorio, que va más allá del agradecimiento.

 
Se podría decir que la propina roza la solidaridad, el ponerse en el lugar del otro, y que deja en claro que uno es conciente que el que lleva adelante determinadas actividades lo hace porque no ha tenido la posibilidad de encontrar un trabajo mejor.

Otros sostienen que dar propinas es reproducir, alimentar y sostener los salarios bajos de estos trabajadores, que de no recibir ese dinero extra, seguramente exigirían a sus empleadores una paga que les permitiera vivir dignamente y no conformarse con salarios mínimos que se refuerzan solamente por la gratitud de los que reciben estos servicios.


Para orientarse

Si bien la propina es a criterio de cada uno, hay ciertos valores establecidos que orientan a los viajeros a la hora de demostrar su agradecimiento. Aquí una guía para cuando viajes por la mayoría de los países de occidente:

Propinas gastronómicas
Si bien en los restaurantes trabajan muchas personas, los meseros y las meseras son quienes representan en muchos casos a todos los trabajadores del lugar. Cuando la conciencia de grupo se establece en el local o bien cuando los dueños del restaurante así lo solicitan, la propina que se les deja a los meseros es dividida en partes iguales entre todos los compañeros. Para estos casos está establecido que dicha propina sea entre un 15 y un 20 % del valor total de lo consumido en ese local. En el caso de los lugares donde es uno el que se sirve, también se debe tener en cuenta que hay quien lava la vajilla, quien limpia el lugar, quien alcanza las bebidas, etc.
 
Propinas generales
En los casos en los que uno necesita de un taxi y al llegar al aeropuerto o terminal de buses el taxista amablemente ayuda a descargar las maletas, se acostumbra a dar propina, considerando el peso del equipaje y la cantidad de maletas que descargó. Criterio que también sirve para los que ayudan a cargar el equipaje en los transportes: estas personas por lo general no cuentan con sueldo fijo, a menos que estén identificados con el nombre de alguna empresa. Es también el caso de quienes abren las puertas de los taxis, aeropuertos, hoteles, etc.


Propinas hoteleras
Son varias las personas que intervienen en el hotel, sobre todo cuando se trata de esos hoteles lujosos. Dependerá del nivel edilicio, sus comodidades y su glamour la cantidad de empleados que tendrán al servicio de los viajeros. En el caso de los hoteles, las propinas que se entregan son para quienes la reciben. A los maleteros se acostumbra darle una suma por cada maleta que ayudan a transportar.
Hay quienes además dan propinas al recepcionista, porque saben que de ese modo se aseguran que cada cosa que soliciten en su estadía será enviada o resuelta en el menor tiempo posible. Cuando los hoteles son de gran prestigio, por lo general suelen tener valet, encargados de traer el vehículo de los huéspedes del hotel, hasta la puerta del mismo, en este caso, la propina no se le da al empleado que lo trae, sino que se deja al final de la estadía en la garita del estacionamiento, para ser repartida en partes iguales entre todos los valet del hotel. Al personal encargado de la limpieza de las habitaciones, también hay que tenerlo en cuenta y para designar cuánto se les dejará, hay que considerar el trabajo que le llevará ordenar esa habitación. Por lo general se deja un sobre debidamente identificado sobre la almohada, para que el personal sepa que están llevándose algo que les pertenece. En el caso de solicitar servicio a la habitación, se dejará el 15 % del costo total de la consumición, para la persona encargada de llevar lo solicitado. Hay hoteles en los que esto está considerado e incluido en la cuenta. Al conserje encargado de hacer de su estadía algo sumamente cómodo se lo gratifica con una propina alta, ya que será él quien solicite taxis y realice las reservas correspondientes en espectáculos, restaurantes, etc. 
Recuerda que estos datos son solo a modo de sugerencia. En ninguno de estos casos expresados estarás obligado a dar una propina, salvo que tú creas que el servicio que te han ofrecido merece un aporte extra.


En conclusión

Según se lee en el diccionario de la Real Academia Española, la propina es "un agasajo que sobre el precio convenido y como muestra de satisfacción se da por algún servicio." Pero la palabra PROPINA, como tantas otras palabras de nuestro idioma, deriva del latín, más precisamente del vocablo PROPINARE que no es otra cosa que “Dar de beber”. Por lo tanto, tiene pleno sentido ético en su raíz y transforma en ético el acto de brindarla.

Ante la duda de si dejar o no propina y salvo que sea obligatorio, intente que recupere su verdadera función: recompensar un servicio del que has quedado satisfecho. Recuerda que la propina es un gesto de gratitud, no de caridad. Por tal razón, la propina se acompaña con una sonrisa y, sobre todo, con discreción.