Cargada con una historia bastante turbulenta, Estonia recuperó su independencia recién en 1991 cuando logró dejar atrás los casi cincuenta años de una política íntegramente ligada a la Unión Soviética. Quizá el rasgo más particular de Estonia es que pese a sus continuas dominaciones, ha conservado una cultura propia muy fuerte que no dejó de resistir las influencias ajenas.
 
 
La geografía del país es variada, entre llanuras y pequeñas ondulaciones puede notarse el paso de la actividad glacial. Posee cientos de pequeñas islas en frente a la costa continental, tanto en el lado del Mar Báltico como en la frontera rusa, donde también está ubicado el lago Peipus. La zona costera tiene una extensión de unos 3,800 km. aproximadamente, sin contar las costas de su territorio insular principal: la isla de Saaremaa.

El pueblo y su cultura

Estonia es dueña de una fuerte tradición cultural, con sobresalientes músicos y escritores. La religión luterana –que moviliza a gran parte del pueblo– posee una gran historia de música coral, una característica que puede apreciarse en muchos de los festivales del país.

La mejor época para visitar el país coincide con algunas de sus festividades más importantes:

La Fiesta de la Canción
Esta fiesta moviliza muchísima gente, sobre todo porque se hace cada cinco años y posee una gran trayectoria en la política del país, ya que en época independentista el pueblo pidió masivamente mediante el canto un giro patriótico. Se celebra en la capital, Tallinn.

 
Festival de Cine de las Noches Oscuras
También en Taillinn se festeja este festival que pone en ojos del público las obras de cineastas novatos junto con otros consagrados. El Poff –como se le llama cariñosamente– es una excelente opción para conocer las nuevas películas locales y abrir tus ojos a la mirada de este cultura diferente. Durante el Festival de Cine de las Noches Oscuras de Tallinn también se incluyen conciertos en vivo en algunas de las salas y otros eventos.

La Fiesta del Solsticio
Celebrando la llegada del verano, se encienden fuegos en las colinas más altas del país. La fiesta se combina con bailes típicos, comidas y música tradicional. Es sin duda la más linda de las festividades para disfrutar en Estonia.

Andando

En Estonia hay mucho por ver. Sígueme en este recorrido por sus principales destinos, pueblos y ciudades:

Tallinn

La capital de Estonia es una verdadera belleza, toda la "medievalidad" quedó impregnada en sus calles y sus campos. En cada rincón se vive la magia de los grandes castillos, los jardines inmensos y ese aire tan particular que pareciera arrastrarnos hasta las páginas de un cuento. El casco histórico es imperdible, los murallones –típicos de las ciudades fortificadas de la Edad Media– con las callejuelas de adoquines y altas torres van pintando un recorrido impactante para el viajero.

 
La ciudad antigua medieval, que es donde se hallan la mayoría de los vestigios históricos fue bombardeada durante las últimas fases de la Segunda Guerra Mundial, pero aún conserva su carisma. Esta zona de la ciudad, llamada Ciudad Antigua de Tallin, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997.

Subiendo por sus calles se llega a la "Colina de la Catedral", donde se situaba la autoridad central de la época: primero de los obispos, luego de la Orden y de la nobleza Báltica. Hoy es sede del gobierno estonio y de varias embajadas y residencias. En esta zona también podrás conocer la torre gótica de la iglesia de San Olaf. En la época que fue construida era una de las torres más altas de Europa y posiblemente la construcción más alta del mundo. Hoy, luego de una reconstrucción debido a un incendio, la torre tiene una altura de 123 metros. Imperdible para obtener una panorámica maravillosa de la ciudad.

La zona portuaria también es de una gran belleza, las postales que ofrece el lugar son únicas. La Plaza del Ayuntamiento –también de estilo medieval– posee en sus alrededores construcciones antiquísimas, verdaderas reliquias del tiempo.

Entre las edificaciones que no puedes dejar de visitar están el Castillo de Domberg, que fue mandado a construir por Valdemar II y las edificaciones de Pedro el Grande, que se distribuyen por la ciudad con el arte característico del Imperio Ruso.

Tartu

 
Como segunda ciudad en importancia de Estonia, Tartu se caracteriza por su nivel cultural, su sofisticada gente y sus majestuosos edificios. Es también el centro de la Estonia meridional, al sudeste del país. Una de sus particularidades es que por el medio de la ciudad corre el río Emajõgi, que conecta los dos lagos más grandes de Estonia: el Peipus y el Vörts-Järv. Pasar una tarde a orillas de este río es un paseo imperdible.

En Tartu hay varios sitios que no puedes dejar de conocer. Uno de ellos es la Iglesia de San Juan, un retrato viviente de la Edad Media, con sus esculturas y gárgolas que dan un aire extraño al entorno. La Casa de Gobierno es una parada obligatoria en tu itinerario por la ciudad. Su torre fue terminada en 1784 y muestra un estilo barroco con retoques de Rococó. En el diseño de las paredes internas podrás ver el estilo neo-clasicista. Pero la Casa de Gobierno no es sólo una maravilla arquitectónica: en este sitio se cuenta la historia de la ciudad, que entre invasiones, bombardeos y batallas ha logrado sostener su propio estilo y conservar el ímpetu autónomo de sus habitantes.

Finalmente, es muy recomendable salir de la ciudad y recorrer algunos de los pueblos cercanos a Tartu, como Polva y Voru, dos claros bastiones de la vida campestre en Estonia, ideales para el relax y el contacto con la naturaleza.

Narva

Quizá por la cercanía a la vecina Rusia, Narva está mucho más modernizada que el resto de las ciudades del país, aunque conserva algunas viejas construcciones, sobre todo religiosas, como la Iglesia de la Resurrección o la catedral de la Asunción.

 
 
 
Narva es la ciudad representativa del encuentro de dos culturas: la europea y la rusa. Queda claro al llegar a la fortaleza de la orden de los caballeros germanos. Frente a ésta, a una corta distancia, se puede ver la fortaleza rusa de Ivangorod. Estos castillos son contrarios en el estilo arquitectónico, sin embargo, componen el conjunto integral de un paisaje maravilloso.

La ciudad de Narva está situada en un lugar extremadamente pintoresco. Con el lago más grande del país a sus pies –el lago Peipu– y varias caídas de agua en su camino, esta ciudad es un destino turístico muy concurrido tanto por turistas como locales como por extranjeros. Incluso la nobleza de San Petersburgo pasaba sus días de descanso aquí, ya que cuenta con varios sitios de turismo y salud, además de los clásicos campings para viajeros de menor alcurnia.

Pärnu y Haapsalu

Estas dos localidades son famosas porque los zares rusos iban a veranear allí. Además de su belleza paisajística poseen un microclima que los convierte en uno de los lugares más apropiados para el descanso.

Saarema
 
Es el territorio insular más grande de Estonia y es además el lugar menos urbanizado. Tiene algunos edificios de importancia que quedaron como legado de la época medieval. Uno de ellos es el castillo de Kuressaare. Entre sus sendas naturales podrás conocer lo mejor y más variado de la flora y fauna del país, ya que aquí la conservación de la naturaleza es el pilar sobre el que se piensa el desarrollo de la isla. Encontrarás pequeños poblados donde parar para probar dulces artesanales, o quizá algún plato a base de pescados, una especialidad de este territorio.

Se recomienda además recorrer todo el perímetro de la isla para disfrutar de las diferentes vistas que ofrece en sus cuatro puntos cardinales. Por aquí el sol suele dejar fascinados a todos con los atardeceres incendiando el cielo.
 
Hiiumaa

Hiiumaa es el destino ideal para llevar a cabo todo tipo de deportes. Esta isla –la segunda en tamaño del país– posee el paisaje y la estructura justa para hacer de tu estadía algo dinámico y por supuesto no deja de tener los bellos edificios que caracterizan al resto del país. Con ofertas para realizar trekking, campings y cicloturismo, Hiiumaa tiene un gran futuro como destino de aventura.

Parque Nacional de Lahemaa

Para poder tener contacto con la fauna y flora del país, nada mejor que acercarse a esta inmensa reserva natural, donde hay cientos de senderos para realizar caminatas, e incluso sendas para recorridos en bicicleta. El turismo rural y de campamento es muy reconocido en este parque. ¡No te lo pierdas!

La guía:

Clima
El clima que se vive en este país es bastante húmedo. Al estar rodeado por masas de agua, son frecuentes las nubes y las precipitaciones, con nevadas intensas en invierno y temperaturas por debajo de los cinco grados celsius bajo 0. En verano la temperatura no asciende a más de veinte grados.
Su cercanía al polo hace que haya días en invierno en los que no hay más de seis horas de luz, por lo que se recomienda visitar el país en verano.

Transporte
La infraestructura de comunicaciones de Estonia está perfectamente conservada.

Salud
El país no posee riesgos serios para ningún visitante; no se exigen vacunas para ingresar y ante cualquier problema se puede acudir con confianza a la salud pública.

Seguridad
No hay que tener cuidados extremos, sólo las precauciones habituales que debe tener cualquier viajero.