Se otorgaron ayudas en dos direcciones:
A la piedra, con financiamientos y otorgamiento de créditos.
A la persona a través de descuentos, vales turísticos, entre otros.
Cabe señalar, que dentro de esta concepción, el turismo social nunca fue ni lo es ahora actividad asistencial, sino todo lo contrario, ámbito que atrae inversión privada y desarrollo equitativo de las regiones. Actualmente, en Francia, el 85% de la población viaja. Visto de esta forma, para ese país el turismo se ha convertido en factor central de la actividad económica, pago de impuestos e impulso a empresas y servicios de alta calidad.
A través de esta mirada a la actividad turística, el Estado fomenta, constituye y construye la llamada economía social, sector principalmente integrado por microempresarios, mismos que promueven un turismo vinculado a las políticas de salud, cultura y educación.
En congruencia con esta línea de pensamiento, el turismo social se aplica desde el Ministerio de Educación, no del correspondiente de Turismo.
Con ello, se le asegura a toda la población las vacaciones pagadas y el derecho al viaje, además de sumar un valor agregado, el de la formación del que realiza la visita.
En México el turismo social se incluye en las políticas gubernamentales a partir de los años setenta y se le concibe como actividad caritativa, asistencial o retributiva a grupos sindicales con vínculos políticos importantes. Esta posición lleva a subsidiar el viaje, lo que lo hace exclusivo, desvirtuándose el sentido y la imagen original.
Las profundas crisis económicas de los años ochenta y la consecuente falta de recursos para el subsidio, hace que el naciente y mal concebido turismo social quede en total abandono o, en su caso, sea utilizado como parte de la retórica populista.
Al desaparecer las políticas de apoyos, el turismo social se organiza de manera improvisada, perdiendo terreno la economía social y su importancia en la salud y en la conformación de una cultura turística.
Las propuestas de un turismo social son recogidas en los años noventa por los sectores privados y asociativos (no sindicales) y ponen en marcha actividades de ecoturismo, deporte, salud, cultura, recreativos, etc., ahora bajo nuevas reglas del mercado y con apego a nuevos principios como son la accesibilidad, solidaridad y sustentabilidad vertidos sobre el desarrollo de las comunidades.
La economía social, tanto formal e informal, empieza a gesta e intenta agrupar numerosas empresas y organizaciones no gubernamentales a lo largo y ancho del país, buscando atender al sector más numeroso de viajeros: El Turismo Doméstico.
Turismo considerado por muchos como el menos interesante. Calificado desde las políticas que han dado realce y mayor atención al turista receptivo. El turismo social, desgastado por su errónea aplicación, como tal se vuelve actividad rechazada dentro de las agendas turísticas estatales.
Por tal motivo, conviene reposicionarlo con una denominación que abarque más segmentos de la población y que lo lleve a ser considerado como Un Turismo para Todos. Bajo este nuevo rubro se empieza a dotarle de nueva imagen y forma de aplicación.
Reactivarlo y devolverle su sentido primigenio ha sido tarea que se viene realizando desde varias vertientes:
Dentro del Programa Nacional de Turismo 2001-2006, mismo que construye un esquema de turismo social que sea base y sustento de la actividad turística nacional.
Fortaleciendo el Consejo Nacional de Turismo Social, el cual cumple con las tareas de representatividad estatal, asesoría, señalamiento de obstáculos y opinión fundamentada respecto a la aplicación de mejores estrategias.
Construyendo los Consejos Estatales de Turismo Social y organizando los Encuentros de la Red de Turismo Social, así como Muestras Nacionales, que hacen llegar en forma directa la oferta turística al cliente.
La Dirección de Turismo Social de la Secretaría se ha avocado a la tarea de fortalecer los enlaces de trabajo entre los Estados y Municipios. Se busca que la propuesta de Un Turismo para Todos quede integrada en los programas y acciones regionales. Asimismo, se ha direccionado la actuación hacia la creación de un lenguaje común y metas compartidas.
Falta una mayor penetración en esta tarea. Por lo que cabe recalcar en todo momento la importancia de unificar el trabajo turístico en pro del viajante nacional.
Nota: Para mayores informes en la Dirección de Turismo Social
Teléfono: (55) 3002-6300
Lic. María Guadalupe Gómez Mont Urueta
Directora de Turismo Social
Ext. 6320