Cuando viajamos a realizar un negocio a algún lugar lejano, vamos a conocer un sitio muy alejado de nuestro hogar, o cuando nos lanzamos hacia lo que para nosotros en un determinado momento es algo desconocido, estamos corriendo riesgos. Los viajes que podemos realizar durante las vacaciones a algún balneario conocido, o a las sierras o a otra ciudad similar a la nuestra son simplemente viajes. Pero cuando agregamos algún elemento de incertidumbre, como puede ser el idioma, la dificultad del viaje, el clima, lo desconocido o exótico del destino, ya la cosa es diferente.
Algunos de los viajes que pueden empezar como una cosa relativamente sencilla pueden terminar sin embargo como auténticas epopeyas: el faraón egipcio Necab se propuso una vez averiguar cual era el tamaño de lo que ellos conocían entonces como Libia, que era nada más ni menos que el continente africano. Los fenicios a su servicio, que ya habían explorado la costa norte del continente hasta el territorio de lo que hoy en día es Marruecos, sabían que tenía un tamaño importante, pero ni ellos se imaginaron lo que significaría intenta explorar sus costas.
Los barcos fenicios al servicio del faraón zarparon desde el mar rojo, viajaron hacia el sur siguiendo la costa, y así hasta que, tres años más tarde, llegaron nuevamente a Egipto por el mar mediterráneo. Habían dado efectivamente la vuelta al continente, y esto está comprobado por un simple detalle: reportaron que el sol se desplazaba por el firmamento de forma diferente durante una parte de su travesía. Se referían sin saberlo al hecho de haber navegado por aguas del hemisferio sur.
Pero esta hazaña que se logró miles de años antes que los Europeos pudieran hacerlo a quienes se les asigna tradicionalmente este logro no pudo convertirse en fama para los intrépidos viajeros pues las autoridades religiosas de Egipto, empezando por el propio faraón, consideraron que podría resultar una muy mala apuesta comunica públicamente que el sol se comportaba de manera no prevista en algunos sitios, y esta lamentable interpretación impidió que se realizaran otros viajes de la misma naturaleza.
Fuente: andinia