Cuba impuestas en el 2004 por la administración de George W. Bush.

Las restricciones son una violación de los derechos humanos”, aseveró Howard Simon, el director ejecutivo de la ACLU de la Florida, durante una rueda de prensa en la sede de Movimiento Democracia en Miami.

Simon declaró al respecto que “la capacidad de los cubano-americanos de visitar a sus parientes en Cuba durante los momentos cruciales, como visitar a un pariente en el hospital o asistir a un funeral, son importantes para mantener a una familia unida'”.

Esta situación se remonta a la querella presentada por la ACLU en el mes de marzo ante el tribunal federal de Vermont en el mismo mes, y en la que se alegaba que las restricciones de viajes son inconstitucionales, ya que violan los derechos de los cubano-americanos a mantener lazos estrechos con sus familiares en la isla. Además, infringe también el derecho a igual protección bajo la ley, ya que el gobierno estadounidense hace excepciones a esta norma sólo si la persona que se visita en la isla no es cubano.Ramón Saúl Sánchez, el presidente de Movimiento Democracia, criticó las restricciones a los viajes, y afirmó que la medida castiga a las familias cubanas, a la vez que ayuda a mantener el régimen de Fidel Castro. Sánchez agregó que estas medidas han impulsado el aumento del tráfico humano entre la isla y la Florida.

Según informaron los abogados, está confirmado que el próximo 28 de mayo, el tribunal en Burlington, Vermont, celebrará una audiencia sobre el caso.

La administración de Bush no ofreció ningún comentario sobre la querella, pero recientemente, el congresista republicano de Miami Lincoln Diaz-Balart afirmó que la administración piensa mantener las restricciones.

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