aprovechando la reciente apreciación del peso, la menor diferencia de precios con Estados Unidos (dada la inflación de la Argentina) y la debilidad del dólar, pese a que se fortaleció en medio de la crisis financiera internacional de las últimas semanas.
En los últimos días, muchos de ellos se han aprovechado de las ofertas especiales que se ven por todos lados en Nueva York, producto de la recesión que todos saben está a la vuelta de la esquina y que ya ha comenzado a provocar el cierre de algunos negocios.
En la primera mitad del año, los argentinos entraron al "top 20" de visitantes de Estados Unidos, en el puesto 18°, desplazando a los colombianos y los israelíes. Ingresaron 158.392, un 23,1% más que en el
mismo período de 2007, según las estadísticas oficiales norteamericanas. Algunos, no todos, restauraron el "deme dos".
"Los argentinos están viniendo más este año", reconoce Mercier, un vendedor de trajes de la conocida tienda por departamentos Century 21. "Los más viejos compran las marcas más caras, como Brioni, que acá se consigue a 2000 dólares, y en otros locales, a 7000. Los más jóvenes buscan otras marcas, como Zegna y Canale, que acá cuestan 800 dólares y afuera, 1200", se jacta el empleado de Century 21, que al igual que Syms ofrece prendas recientemente pasadas de temporada a mejores precios que las grandes cadenas.
A la salida de Century 21, frente al Ground Zero, los hermanos Máximo y Victoria Guisasola, argentinos de 28 y 32 años, respectivamente, se entusiasmaban ayer con las compras que acababan de hacer. Por 60 dólares, ella se compró dos pantalones Guess y él, camisas de calidad por 150 pesos cada una.
"Con el tres a uno era imposible venir. Ahora nos sentimos que estamos más cerca del uno a uno. Lo preocupante es que la Argentina se está volviendo menos competitiva", comenta Máximo, que trabaja en marketing y había venido antes por trabajo, en 1999 y en 2003.
"Cuando se devaluó el peso, me conocí la Argentina completa. Estuve cuatro veces en Salta, cuatro. También en Talampaya", recuerda Victoria, que había estado dos veces en Estados Unidos a fines de los 90, cuando todo le resultaba aquí "baratísimo". A su hermano le pasó lo mismo: "Viajé desde El Calafate hasta Misiones". Pero ahora, él quería venir a "la capital del mundo".
"Hoy por hoy, lo único que te encarece el viaje acá es el pasaje. Pero como yo voy a comprarme una computadora, me voy a ahorrar 2000 pesos que iba a gastar en la Argentina", agrega Victoria, que igualmente destaca que se hospedaron en Miami en la casa de una prima y en Nueva York, en la de una tía.
"Sin el hotel, terminamos gastando 1825 dólares cada uno, sin incluir la comida", saca cuentas la hermana mayor, abogada. También estuvieron en Disneyworld de Florida, donde gastaron en una semana 650 dólares en el hotel, los pases y las bebidas, entre otros servicios. "Disney es un regalo", se entusiasma Máximo.
Los outlets
Mariana Bolaña, un fotógrafa de 29 años, y Emiliano Norese, de 28, un especialista en higiene y seguridad del trabajo, viajaron de luna de miel a México, Miami y Nueva York. Ayer les tocó la visita al lugar donde estaban las Torres Gemelas antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001. En Miami visitaron los outlets : él se llevó jeans Wrangler y Lee por 7 dólares cada uno y ella, siete modelos de ropa interior de Victoria s Secret por 30 dólares y un buzo de Gap por 19.
"La ropa está sobrevaluada en la Argentina, pero comer acá está igual de caro o más", comenta Mariana. En Estados Unidos impactó fuerte la suba de las materias primas agrícolas en los alimentos. "Comer al paso es un poquito más caro acá, pero en los lugares caros te rompen la cabeza: ayer comimos dos platos y tragos por 46 dólares más impuestos", recuerda Emiliano. "Pero el agua es gratis", agrega Mariana, para quien México fue más económico que Estados Unidos.
La recién casada había venido en 1992, cuando comenzaba el uno a uno. "Aquella vez no pude comprar nada", hace memoria. "Ahora traemos de todo. Mis amigas están planificando viajes de compras a Miami Estas zapatillas, que en la Argentina no existen y costarían 300 pesos, acá están a 45 dólares", añade.
Su esposo visita por primera vez Estados Unidos. Después de la devaluación, sólo habían viajado una vez al extranjero, a Brasil, que les pareció oneroso. En general se movían por Pinamar y Cariló.
A la hora de la luna de miel optaron por América del Norte porque la otra opción, Grecia, costaba lo mismo en todo menos en el pasaje de avión. "Ahora no es tan inaccesible", dice Mariana.
Una señora mayor argentina, cuyo marido no quiere detenerse ante la consulta, cuenta que viene "seguido" a Estados Unidos, pero que le resulta "todo caro, la ropa, la comida, todo". Prefiere no dar su nombre y corre con un par de bolsas en sus manos detrás de su esposo.
fuente: La Nación
Foto: Reuters