Tanto Baby como Jarelis, ambas empleadas del Hotel Nacional de La Habana, confirmaron a la BBC que desde las 16 horas podrán hospedarse los cubanos sin más trámite que presentar su carnet de identidad en la recepción.

Esta prohibición era una de las que más reacciones negativas provocaban, dado que durante décadas todos los cubanos habían tenido acceso a los hoteles, a precios tan asequibles que la mayoría de la población los visitó en alguna ocasión.

Además, daba una visión internacional nefasta del país porque para la mayoría de los visitantes es difícil comprender que en su propio país se le niegue la entrada a un hotel a una persona sólo por su nacionalidad.

Serie de reformas

La autorización de hospedarse en los hoteles se suma a la liberación de la venta de computadoras y electrodomésticos y el anuncio de apertura del servicio de telefonía celular para todos los cubanos.

"Hace falta que se quite esa prohibición ya", me comentaba hace unos días un funcionario del ministerio de Relaciones Exteriores y agregaba que "no hay forma de explicarle a un extranjero las razones por lo cual hacemos esto y la visión que damos es muy negativa".

Ahora el acceso quedará limitado sólo por la cantidad de dinero que disponga el ciudadano ya que un hotel cuesta hasta US$160 diarios, lo que equivale a 10 meses de un salario promedio de un cubano.

Turismo de izquierda

Desde 1959 hasta la década de los 90 en que se inició la crisis económica, los hoteles estuvieron abiertos a todos los cubanos, dado que el turismo internacional era casi nulo, limitado a visitas de políticos de partidos y movimientos de izquierda.

 
El gobierno anunció recientemente otras medidas como el anuncio de apertura del servicio de telefonía celular para todos los cubanos.

Los cubanos que hoy tienen más de 40 años recuerdan cuando se hospedaban en estos hoteles, pagando en pesos cubanos a precios que rondaban los $10, una cantidad perfectamente asequible de acuerdo al salario de la época.

Con la crisis económica se concentraron todos los recursos en los turistas extranjeros que eran los que traían las divisas fuertes que tanto necesitaba la economía cubana, después de la desaparición de la Unión Soviética.

Se limitó entonces el acceso de los cubanos a aquellas personas que se lo ganaran por méritos laborales y las "lunas de miel" de las parejas recién casadas, pero no se permitió que cubanos con dólares pudieran hospedarse.

La medida fue tomada, según explican fuentes gubernamentales, para impedir que se marcara aún más la diferencia social que iba surgiendo en el país a raíz de los cambios económicos que se realizaron en los 90.

fuente BBC Mundo.com