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Viernes, 21 Septiembre 2007 03:28

Viajar de manera ecológica

 21 SET 07 PDU

Seguir una serie de consejos puede reducir sensiblemente el impacto ambiental de los viajes y la estancia en el lugar de destino.

 Viajar puede ser una actividad muy perjudicial para el medio ambiente si no se toman las medidas necesarias. Las emisiones contaminantes de gases de efecto invernadero de los vehículos o los aviones, la producción y abandono de residuos en el entorno, o el daño a los ecosistemas naturales pueden ser evitadas o reducidas con la puesta en práctica de unos consejos ecologistas. Los viajes respetuosos con el medio ambiente, además de una buena alternativa para los que estén cansados del turismo de masas convencional, ofrecen unas vacaciones agradables y en armonía con el entorno, permitiendo conocer la cultura, costumbres, gastronomía y tradiciones de las poblaciones locales.

 

El transporte por carretera es el sector que más ha incrementado sus emisiones de dióxido de carbono (CO2), principal gas de efecto invernadero. Quemar 1 litro de combustible supone la emisión de 2,3 kg. de CO2 a la atmósfera. En este sentido, Ecologistas en Acción recuerda que quemar 1 litro de combustible supone la emisión de 2,3 kg. de CO2 a la atmósfera. Por ello, aconsejan a la hora de efectuar un desplazamiento el uso del autobús o del tren, o en general, de cualquier medio que evite el automóvil privado, más si cabe cuando en gran parte de las ocasiones se suele utilizar por un único ocupante. Con una adecuada planificación, el transporte público nos puede llevar a nuestro lugar de destino de una manera ecológica, barata y sostenible.

 

Asimismo, un medio ecológico y saludable para viajar, sobre todo en las vacaciones estivales, es la bicicleta. La práctica del cicloturismo permite a sus usuarios disfrutar del paisaje, llegar a lugares naturales inaccesibles para un automóvil, marcar el ritmo que le convenga a cada uno, y en definitiva, evitar la emisión de gases contaminantes.

 

Si finalmente se opta por el coche, una buena opción para reducir en lo posible su contaminación consiste en utilizar un automóvil híbrido (mitad eléctrico mitad gasolina) o uno preparado para consumir biodiésel. El consumidor también puede, a la hora de adquirir o alquilar un vehículo, exigir la clasificación energética del mismo para saber si se trata de un modelo más o menos contaminante. Y una vez en carretera, es preciso conocer unos simples consejos de conducción eficiente, como hinchar bien las ruedas, mantener una velocidad adecuada, no abusar del climatizador, etc., que contribuirá a ahorrar en combustible, y por lo tanto, a reducir las emisiones contaminantes.

 

En cuanto a la utilización del avión, conviene recordar que es también un importante foco de emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que en la medida de lo posible es recomendable moderar su uso, buscando otras alternativas.

 

En cualquier caso, los consumidores pueden contrarrestar la cantidad de gases contaminantes que producen al viajar en estos medios de transporte. Para ello, diversas iniciativas, como la asociación Ekopass, permiten calcular dichas emisiones y compensarlas mediante proyectos de energía renovable, eficiencia energética y sumideros de carbono.

 

Vacaciones sin salir de casa

 

Si los viajes en coche o en avión son una forma de contribuir a contaminar el medio ambiente, se puede prescindir de ellos tomando unas "vacaciones caseras". En este sentido, con el dinero ahorrado en el desplazamiento, el consumidor puede entretenerse en su propia ciudad en los parques, museos, actividades culturales, restaurantes, etc., más difíciles de disfrutar durante el resto del año. En algunos casos, incluso podrá descubrir rincones desconocidos, convirtiéndose en turista en su propia ciudad.

 

Fuente: consumer.es