La medida forma parte de los esfuerzos del Gobierno japonés para luchar contra el terrorismo y salvaguardar el bienestar del turismo extranjero.
 

Seiko Sasaki, jefe del Departamento de Dirección de Inteligencia de Japón, dependiente de la Agencia de Inmigración y Fronteras, viajó a Taipei, capital de Taiwán, para informar de la nueva medida, ya que más de 1,3 millones de taiwaneses visitan Japón anualmente.

Japón será el segundo país después de EEUU en imponer una medida semejante, que se aplicará a casi todos los viajeros extranjeros que lleguen a Japón, explicó Sasaki, quien advirtió de que aquellos que se opongan, se les negará la entrada en el país y serán devueltos al suyo.

Los titulares de certificado de residencia japonés permanente, los menores de 16 años y los invitados por la Administración japonesa, no están sujetos a la nueva medida. También estarán exentos el personal y los miembros de la Asociación de Relaciones del Este de Asia, una organización con sede en Taipei para las relaciones Tokyo-Taipei.

Las huellas dactilares y las fotos de los turistas extranjeros serán tomadas por funcionarios de la aduana y el proceso durará sólo 30 segundos, aseguró Sasaki.

Rocío Noriega (Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.)