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Por primera vez un latinoamericano integra las altas esferas de
Internet, donde se deciden las políticas de las empresas miembros, de
acceso y de ciberseguridad.
Si en lugar de Master en Tecnologías de la Información fuera jugador de fútbol, y si la tecnología no fuera cosa de expertos con fama de poco sociables y adeptos a comunicarse en siglas (http, www, IP, FTP, POP, SMTP
), probablemente Raúl Echeberría sería un uruguayo tan popular como Diego Forlán. Sucede que este analista programador acaba de ser designado integrante del directorio de una organización internacional que nuclea a empresas de la talla de Google, Yahoo, Microsoft, Hitachi, Intel, Nokia, entre otras. En consecuencia, esta nominación convierte a Echeberría -al igual que el rubio delantero de la selección- en un jugador de las grandes ligas.
LATINOS ILUSTRES. La designación de Echeberría y de otro colega mexicano tiene aristas históricas: son los primeros latinoamericanos que forman parte de la cúpula de Internet Society (IS), organización que promueve el desarrollo en la red y que cuenta con 30.000 miembros individuales, 100 organizaciones de primer nivel y 100 subgrupos de carácter local llamados "Capítulos".
En sus inicios allá por 1991, los objetivos de IS eran la capacitación, la creación de masa crítica y la discusión de temas vinculados a una Red que todavía era un misterio para la gran mayoría. Actualmente es además un actor político cuya opinión es referencia en todos los foros internacionales que involucren a Internet.
Una de las nuevas metas de IS es que 1.000 millones de personas puedan acceder a la red en un plazo no mayor a dos o tres años, conectando especialmente a las poblaciones carenciadas. De alcanzarse, se estaría duplicando la cantidad de usuarios (que hoy ascienden a 1.200 millones). La incorporación de la mirada latina en las decisiones de IS puede resultar beneficioso para la región: "Esta es una organización a nivel global que, por su génesis, ha estado más vinculada al primer mundo. Lo bueno es que hay una predisposición positiva de profundizar esa vocación global. Justamente, esta presencia en el directorio va a hacer que esto se haga realidad -no solamente porque la organización invierta en más proyectos de desarrollo en la región- sino también por la posibilidad de participar más en el debate político e incluir en el debate global las realidades del mundo en desarrollo", explica Echeberría. En este sentido aclara que si bien él no estará representando a Uruguay, intentará que sus opiniones tengan una repercusión positiva por estos lares.
La IS cuenta con un presupuesto anual de US$ 15 millones para apoyar la investigación. "No es mucho, pero en regiones como la nuestra una inversión de US$ 500 mil o US$ 1 millón tiene un impacto positivo y multiplicador", afirma.
Los 13 miembros del directorio se reúnen 4 veces al año para discutir los temas y preocupaciones que llegan de todas partes del planeta. Entre los temas que marcan la agenda está el aumento de la tasa de conexión. En este sentido los costos son un factor clave, aunque en ello IS no tiene injerencia. "Lo que nosotros podemos hacer es promover nuestra visión: hay que trabajar en la disminución de los costos, mejorar la infraestructura local y remover obstáculos regulatorios", acota.
"Hay un paquete de temas que está creciendo en importancia y que van a tener la misma relevancia o incluso un poco más que la conexión, que es todo lo vinculado a la seguridad y al cómo contribuir a una Internet más estable, más segura, donde se limiten las posibilidades de los cibercrímenes pero donde además se vigile fervorosamente por el derecho a la privacidad y a la libertad de expresión", apunta el experto.
Las cifras
25% Es la tasa de penetración de Internet en América Latina, según Raúl Echeberría.
"El futuro de Internet es que desaparezca"
Calma, no se trata de una afirmación apocalíptica: "No lo digo en el sentido de que deje de existir, sino que desaparezca de la vista de las personas", dice Echeberría y agrega: "Hoy nadie dice me voy a conectar a la red eléctrica para escuchar un programa de radio. La gente simplemente dice: `voy a prender la radio`. De la misma manera que nadie cuando va a un cajero automático se preocupa si está conectado a la red; cada vez más las aplicaciones van a ocultar la existencia de la red. Internet va a dejar de ser algo interesante en sí mismo y va a ser simplemente soporte a miles de nuevas aplicaciones", señala.
Para ilustrar cita ejemplos de la vida real. Con un IPhone se puede cargar música, actualizar el estado del tiempo, el tipo de cambio o saber si alguien cobró un cheque emitido. "Tú nunca te conectaste para eso, simplemente tenés un dispositivo conectado que actualiza esa información".
Ahora, para llegar a ese escenario todavía falta tiempo, dice Echeberría: "Estamos muy lejos de tener un masa crítica para que esto que yo estoy vaticinando suceda para toda la humanidad porque tenemos 1200 millones de usuarios de Internet en el mundo y eso es muy poco". Por eso se plantean la meta de aumentar el número de usuarios.
"Si estamos diciendo que en Ámérica Latina hay un 25% de gente que tiene acceso, significa que el otro 75% no lo tiene. Eso es una situación inadmisible en la medida que crece tanto la importancia y el impacto de estos medios de comunicación en la vida de la gente".
SUPLEMENTO "DOMINGOS" DE EL PAIS