El proyecto prevé instalar cámaras de seguridad y una reja de 19 kilómetros con sensores infrarrojos que rodeará la zona.
El motivo fundamental que llevó a presentar este proyecto es la gran cantidad de vendedores y personas que se acercan a los turistas con el fin de venderles artesanias o simplemente a rodearlos, por lo que la idea de las autoridades es proteger tanto a los visitantes como a los monumentos que detentan más de 5.000 años y son considerados una de las maravillas del mundo.
Se tomaron como ejemplo otros lugares como la Acrópolis de Atenas, el Muro de las Lamentaciones en Jerusalén o el Coliseo de Roma que tienen amplios sistemas de seguridad y un exhaustivo control de visitantes.
Las pirámides se encuentran en una llanura del desierto que llegó a estar aislada, pero que en los últimos años ha sido alcanzada por la expansión de la ciudad, con la consecuente llegada de los vendedores de baratijas, muchos de ellos de barrios pobres que les ofrecen copias de estatuas faraónicas en miniatura, escarabajos, camisetas y otros artículos, además de hombres en camello que venden paseos o fotos.
Redacción Portal del Uruguay
www.portaldeluruguay.com