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En los últimos dos años, se promocionaron grandes emprendimientos para
la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores; hoy siguen siendo sólo
maquetas
Hace dos años, se anunciaron como los grandes emprendimientos que les cambiarían la cara a la ciudad y a localidades bonaerenses, con inversiones multimillonarias. Se prometieron shoppings de nueva generación, con helipuertos, spa, superlujo y hasta hoteles. También se habló del desembarco de cadenas internacionales que montarían aquí sus hoteles seis estrellas.
Sin embargo, pasados más de dos años de aquellos anuncios, muchos de los grandes desarrollos urbanos siguen siendo sólo maquetas.
En algunos casos, la responsable fue la crisis global. En otros, se indicó que aparecieron conflictos con la legislación local que pararon las obras. Y también hubo grupos extranjeros que frente al incierto panorama decidieron esperar algún tiempo antes de decidir si efectivamente van a invertir en emprendimientos de lujo en la Argentina. Entre otros puntos, se evalúa si realmente el país seguirá siendo un polo de atracción para turistas premium, como se perfilaba en los últimos años.
El parate que le impuso al turismo la crisis global encendió el alerta. Entre 2007 y 2008, hubo por lo menos cuatro anuncios de desembarcos de hoteles seis estrellas en el país. La expectativa era grande y cada nueva cadena pretendía ser la sede del lujo VIP en la Argentina.
En rigor, según se informó desde la Secretaría de Turismo de la Nación, la categoría de seis estrellas no existe como tal, sino que se trata de una estrategia de marketing para denominar al superlujo. Pero, de hecho, no existen pautas establecidas que determinen los requisitos por presentar, por un hotel de tal categoría.
Uno de los emprendimientos anunciados el año pasado fue el desembarco en el país del grupo Jumeirah, con sede en Dubai y que posee otros 12 resorts en todo el mundo. La cadena se instalaría en Lobos, con una inversión de 80 millones de dólares, para levantar el complejo Jumeirah Culú Culú Polo Resort, de 500 hectáreas, que albergaría un hotel de 252 habitaciones, de las cuales 162 serían villas que los inversores podrían comprar para alquilar en conjunto con el hotel a terceros.
Según dijeron a La Nación los voceros del grupo, que tiene oficinas en Buenos Aires, hasta el momento no ha habido avances en la construcción del proyecto, que iba a incluir cuatro restaurantes, ocho canchas de polo y una de golf, salón de convenciones y spa. Según se anunció el año último, la primera etapa iba a estar terminada en 2010. Sin embargo, aún no se han iniciado los trabajos. Hace tres meses, se supo que el grupo estaba esperando el desembarco de un fondo de inversión árabe, que está evaluando en profundidad la conveniencia de invertir en el país. En los últimos días, la información del proyecto, que podía ser consultada en la página www.culuculu.com.ar, fue retirada del sitio, así como los teléfonos de contacto.
Otras versiones indicaban que Jumeirah no se instalaría en Lobos, sino en Puerto Madero, como parte de uno de los hoteles del complejo Madero Harbour, en el dique 1, un emprendimiento de la constructora New Side, que incluye tres edificios de oficinas, seis de viviendas y un megacentro comercial que promete ser el más grande del país (ver aparte).
La historia de los proyectos que todavía no tuvieron su correlato real en el mapa de la ciudad sigue. El director de la desarrolladora G&D, que impulsa +5411 en el dique 1, anunció en mayo de 2007 una inversión de 100 millones de dólares. "Habrá oficinas, un hotel de lujo, 5000 m2 destinados a locales comerciales, y todos los edificios estarán conectados entre sí mediante una plaza pública", dijo, en ese entonces, Gabriel Mayo. La construcción, prometen ahora, comenzaría en 30 días, y la primera etapa se inauguraría recién en dos años. La demora se debió a que, el año pasado, se desató la controversia porque el proyecto incluía un edificio de 70 metros en un lote que mira al espejo de agua. Otros desarrolladores de la zona reclamaron que, en Puerto Madero, el código de edificación no permitía levantar torres de más de 20 metros frente a los espejos de agua. Esta situación frena el avance de las obras de el hotel obrador.
También en el dique 1, los lotes 4 y 5 fueron comprados por la cadena Mayan Resort, del grupo IQ de México. Hace casi dos años, se anunció que allí se levantaría otro hotel seis estrellas. Los hoteles de esta cadena apuntan a un público de muy alto poder adquisitivo. Una noche puede llegar a costar más de 1000 dólares. Para el proyecto de Puerto Madero, se preveían 150 habitaciones y se anunciaba que estaría inaugurado en 2011. Sin embargo, según se informó en la Corporación Puerto Madero, hasta el momento no ha habido avances de obra. La Nación quiso comunicarse con los responsables de la cadena, pero en el predio sólo se levanta un obrador. Es decir, una casilla desde la que vigila un sereno. Ese es, por el momento, el avance del hotel seis estrellas.
Otro de los hoteles de superlujo que se anunciaron fue el que se instalaría en San Telmo. En mayo del año pasado, se informó que un grupo español abriría un hotel seis estrellas dentro del casco histórico. La inversión superaría los 50 millones de dólares para un hotel que tendría 160 habitaciones.
Como se trataba de una inversión atraída por el gobierno nacional, se inauguraría como parte de los festejos del Bicentenario. Sin embargo, desde la Secretaría de Turismo de la Nación, al ser consultados, se negó que existiera tal inversión en el país.
fuente: Evangelina Himitian/La Nación