En lugar de elegir un aeropuerto para tal efecto que se encontraba a unos 500 metros del restaurante,el piloto se asentó en una zona de hierba cerca del citado restaurante.
Cuando se bajó del helicóptero con su acompañante, y entró al restaurante Logans Roadhouse, los empleados de un local cerca del helicóptero llamaron a la policía.
Inicialmente el piloto pidió permiso para aterrizar en el aeropuerto, pero entonces comunicó que el helicóptero tenía problemas técnicos y debía aterrizar inmediatamente.
Cuando la policía le dijo que debería realizar una inspección mecánica para asegurarse de que podía despegar de nuevo, el piloto cambió la historia de nuevo, según el subcomisario de policía de Midland Robert Lane.
"Admitieron que iban de camino a Traverse City y pararon para comer".
El piloto fue acusado de delito menor por aterrizaje ilegal. Deberá enfrentarse a una multa de hasta 500 dólares y 90 días en la cárcel.
Fuente: ADG / Aeronews