Gol solía ser una de las aerolíneas más rentables de América Latina, pero ha comenzado a sentir los problemas de haber comprado el año pasado a Varig, que casi colapsa tras años de pésima gerencia.
Hasta ahora, Gol y Varig han estado operando como compañías separadas, esperando la aprobación regulatoria para fusionarse. La agencia de aviación nacional de Brasil finalmente le dio el visto bueno en septiembre y cimentó el camino para que comiencen a operar como una única firma desde el 19 de octubre.
Los recortes de costos son cruciales para Gol, que ha reportado tres pérdidas trimestrales consecutivas y ha visto a sus acciones desplomarse un 80 por ciento este año pese a que los vuelos de Brasil aumentan a un ritmo de dos dígitos.
Con la puesta a punto de sus operaciones y la reorganización de su red de vuelos, Gol se prepara para la desaceleración que resultará de la crisis crediticia mundial, que amenaza a la economías y a los vuelos en todo el mundo.
A diferencia de otras aerolíneas de Estados Unidos, Gol y el resto de las grandes aerolíneas de América Latina han conseguido amortiguar el impacto de los aumentos en los precios del combustible con un aumento sostenido en el tráfico de pasajeros.
Con el objetivo de respetar sus raíces de bajas tarifas, Gol ha tomado algunas medidas este año en reacción al cambio de condiciones del mercado. En julio, comenzó a reducir la velocidad de vuelo y a apagar un motor luego del aterrizaje para reducir el uso de combustible.
Unas semanas después, dado que los crecientes precios del combustible incrementan la presión en sus finanzas, Gol recortó su plan de flota para los próximos dos años y eliminó el pago de dividiendo para el resto del 2008 para liberar efectivo para hacer inversiones.
Redacción Portal del Uruguay
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