Con el pago de esa deuda Aerolíneas cerraría el concurso de acreedores abierto en mayo de 2001 y regresaría con ello al clearing internacional de pasajes. Una de las consecuencias más importantes sería reingresar en la Asociación Internacional de Aviación (IATA), Luego se podría negociar el ingreso en una alianza internacional como Star Alliance, que lidera United Airlines, según fuentes del gobierno.
Una vez que Aerolíneas y Austral sean expropiadas, sus ejecutivos, encabezados por Julio Alak, tendrán como tarea realizar una negociación a medio plazo por una deuda "exigible" que en realidad es muy inferior a los cerca de mil millones de dólares que siempre fueron esgrimidos como uno de los argumentos para justificar la estatalización. La deuda comercial se estima en 127,3 millones de dólares.
Algunas versiones surgidas en Buenos Aires indican que el Gobierno y el Grupo Marsans mantienen un canal de diálogo en la más estricta reserva. El objetivo es que los españoles retengan el 20 por ciento del paquete accionario de Aerolíneas y Austral y que se dejen de lado todas las amenazas de juicios en tribunales extranjeros contra el país y demandas penales contra los directivos españoles.
Redacción Portal del Uruguay
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